martes, 22 de diciembre de 2020

Oda a la Navidad

 ¡Una  estrella  lucía,

rilando en aquella  noche estrellada;

daba luz a María,

una madre cansada,

con su cara feliz y esperanzada!


¡En la noche callada,

María  alumbraba en el duro suelo!

¡Qué  feliz  madrugada!

¡Qué  dichoso consuelo

tener  con nosotros al  Rey  del cielo!


¡De  su vientre  salía,

como el sol cuando asoma  ruboroso,

un bebé que gemía

con llanto amoroso!

¡El Señor  de los cielos, Niño hermoso!


¡Y la estrella  brillaba

bajo el azabache manto del cielo,

y a los  tres magos guiaba

que, con gran desvelo,

viajando  venían con tierno anhelo!


¡Qué dichosa  ventura, 

en aquella noche de  frío  hielo,

admirar la hermosura

de Jesús pequeñuelo!

¡Dios  entre pajas  cual lindo polluelo!


¡Hoy  Jesús  ha  nacido,

lucero brillante del firmamento,

por el  frío aterido,

y sin ningún portento!

¡Oh qué  tierno gozo, qué  gran momento!




Córdoba 23 de noviembre de  2020

viernes, 18 de diciembre de 2020

Me besa el sol por la mañana (eneasílabos, endecasílabos y octosílabos)

Me besa el sol por la mañana,

tengo un inquieto despertar ,

Su luz penetra  hasta mi alma

cual claro beso maternal.

Mi mente aviva, busca y gana

con esta pura claridad.

Desecho penas necias, vanas,

que odio tener que  recordar,

fruto de acciones ya pasadas

en este largo caminar;

negras  gaviotas alocadas

sobre el  brillante azul del  mar.


Cuando me besa el sol por la mañana

con su dorado beso maternal,

él me empuja  a  dar gracias  por la  vida,

por el mundo que  gira sin parar.

El espacio infinito me obnubila

y a mi lengua la  deja sin hablar.

¿Las galaxias  surgieron de la nada?

¿Acaso se  formaron de un big bang?

¡Oh mi mente  se queda  congelada,

intentando tal hecho  retratar!

¡No puedo  asimilar  tal teoría

que  desborda mi lógico pensar!


Mi mente, como una rueca,

hilo hilvana sin cesar.

Busca y busca explicaciones

sin poderlas  encontrar.

Deshilacho mis ideas,

para intentar acoplar

la nueva  cosmogonía

que la ciencia  hoy nos  da,

con la  idea de un Dios Padre

Creador  universal.


Me  besa el sol por la mañana,

tengo un inquieto despertar.

El Vacar 17 de noviembre de  2020

jueves, 17 de diciembre de 2020

Así pues "ven"

Muchas veces, casi sin darnos  cuenta, hemos vivido instalados en la comodidad, con una  vida estéril y mediocre. Nuestros  ojos han estado cerrados  para  no ver el dolor, la pena y la miseria que consumen a  muchos  pueblos de la  tierra y a muchas personas en nuestra propia ciudad e incluso en  nuestro mismo barrio. Nuestros  oídos, tapados  por  auriculares inalámbricos, escuchaban los  cuarenta principales, canciones  en  almíbar, grandes  musicales... que nos  impedían escuchar  sus  desgarradores  gritos de  pesar y sus angustiosas peticiones de socorro.

Por   eso desde el  fondo de mi alma  grito "Ven". Sale de  mi más  profundo anhelo de luchar contra el mal que no puedo vencer. Desde  aquí  surge mi grito como trompeta que  toca  en  claro amanecer, como  volcán que erupciona de forma  vulcaniana, arrasando mi  apatía y  haciendo mis temores  fenecer. Sube  como águila hasta la  cúpula del cielo para vislumbrar lejanos  horizontes   de  una  tierra prometida donde  crece la paz, la justicia  y la  verdad.

En esa  tierra el bienestar  será para todos. No habrá  parcelas  acotadas  ni recintos  precintados donde sólo unos  pocos puedan  acceder. Una  tierra donde  todos lloran con los que  sufren y ríen con los  que  se alegran. Donde  todos  salen al encuentro de los que llegan, vengan de  donde  vengan y sean del color  que sean.

¡Ven para  librarnos  del seco  y estéril desierto del consumo!

¡Del  dorado espejismo de la  bolsa!

¡De la  oscura  selva del tener!

¡Hemos  vivido en ellos  como maniquíes  de grandes almacenes, como marionetas hábilmente  manejadas por las  astutas manos del poder!

¡Ven para limpiar  a  fondo nuestras mentes! 

¡Para plantar  semillas de esperanza que germinen  frutos de justicia, de amor, de paz y de  bondad!

¡Así pues  "Ven"


El Vacar 2 de diciembre de  2020



miércoles, 9 de diciembre de 2020

Soneto a Cabra

¡ Justo en el corazón de  Andalucía,

a los  pies de su Virgen de la Sierra,

encontrarás la más hermosa  tierra

cuajada de  belleza y armonía!


¡Un río de nobleza  e hidalguía 

la sangre de sus gentes  bien encierra!

¡La fealdad feliz de sí destierra,

cultivando el arte   con maestría!


¡La Asunción, rodeada por la villa,

son ejemplo muy  claro y destacado,

con sello egabrense  peculiar!


¡Muy  hermosa  ciudad que maravilla

y al  espíritu  deja enamorado,

deseando volverla a contemplar!


El Vacar 9 de  diciembre de 2020

Soneto  dedicado a mis amigos  egabrenses 

viernes, 4 de diciembre de 2020

Canto a CÓRDOBA

Observando  tu verde  serranía,

el río que  te ciñe  enamorado,

tus  fuentes que  borbotan simpatía,

el arte que la historia te ha  donado,

mi espíritu contempla tu armonía,

que me deja por completo embelesado.

Veo tu valle donde  crecen naranjales,

los álamos  que bailan junto al río,

tu campiña  sembrada de  trigales,

san Rafael custodio en quien confío.

Tus  torres que se elevan hacia el cielo,

como flechas que portan la ilusión

de las  gentes que viven en tu suelo

y conforman tu humano corazón.

Mi espíritu rebosa de alegría,

me siento  muy feliz  y afortunado

de  habitar en ciudad  con tal valía,

como la  misma  Unesco ha  declarado.

¡Oh Córdoba ciudad  tan distinguida

por tu mezquita, obra sin igual!

¡Tu judería  siempre  está  florida

cual blanca  flor de  fama universal!

¡Córdoba, con aroma de  azucenas!

¡Nuevo edén de  jazmines  florecido!

¡Gran ciudad  coronada por  almenas,

que tus  hijos  con fuerza han defendido!

¡Oh Córdoba  tu gloria  he de cantar,

pues te honra  toda la  humanidad,

cuatro veces lo ha vuelto a proclamar,

con honor, con justicia, con verdad!


miércoles, 25 de noviembre de 2020

Me alzaré como el fénix...





 Las encinas  conocen mi dolor  pero no hablan.

Esta noche heló y el invierno será frío.

Una  paloma herida se posó sobre la  hierba. 

Tiene  el buche  lleno de  bellotas, pero está sola.

Sus compañeras  escaparon.

Estoy solo y herido como ella. Perdido en mi dolor

Ando de puerta en puerta llamando, pero mi voz es viento y mi mano débil como la  niebla.

Los  oídos  sordos  no quieren escuchar mi soledad, mi pena y sufrimiento.

Quizás  piensen que he  fracasado, que no tengo  vida ni futuro...

Pero me  alzaré  como el fénix  que de sus cenizas  toma  cuerpo.

Volaré  como las  águilas  oteando desde lo alto de  los  cielos.

Cantaré como los  pájaros cuando el sol alumbra la mañana.

Trataré  mi corazón con el abono del amor.

Sembraré  semillas de esperanza en el huerto de mi alma.

Sonreiré  como las  flores cuyos colores atraen a las abejas que liban su néctar .

Reiré con la inocente y pura  risa de los  niños cuando juegan en el parque.

Le  pondré  rostro a la  alegría y su bandera ondeará en mi  frente.

Descorreré el velo que las  cubre para que las  estrellas  brillen en mi noche.

Iluminaré el negro pesimismo con el luminoso sol del optimismo.

Arrojaré al  fondo del océano mis dudas y temores.

Navegaré con banderas de utópica  ilusión.

Descansaré  sereno como los ríos que  se  duermen en el mar.

Pero nunca, nunca dejaré de caminar, de  buscar, de luchar, de  respirar, de amar.... ¡Nunca!

Así esperaré la llegada de la muerte.

El Vacar 21  de noviembre de  2020


lunes, 16 de noviembre de 2020

Córdoba de mi alma . Soneto

¡Yo te amo córdoba de  mi ensueño !

¡Como alumno que fui de lo sagrado,

al contemplar tu templo  tan dorado,

me siento  traspasado en loco empeño!


¡Al mundo lo dejas  anonadado,

con tu rico y noble patrimonio!

¡Del universal arte  testimonio,

cuatro veces ya ha sido  declarado!


¡De la  sabiduría  clara  fuente,

que jubilosa  mana  dulce calma!

¡Qué hermoso, qué precioso que es tu canto,


que impulsa , que alimenta a  sabia gente!

¡Oh Córdoba, Córdoba de mi alma!

¡Bellísima  ciudad de  gran encanto!


Córdoba 12 de  febrero de 2020


lunes, 9 de noviembre de 2020

Si mis nietos preguntan por mí

 Si algún día, cuando  ya no esté,

mis nietos  preguntan por mí,

decidles que me  he marchado

a países lejanos,

a descubrir  misterios  ocultos

y secretos arcanos,

allá, muy muy lejos,

donde el mar y las  montañas se unen

bajo un cielo celeste;

donde las  estrellas  peinan

sus  cabellos de plata;

donde el viento se  duerme 

en brazos de la  aurora.

Allí, si me  buscan,

me encontrarán entre los  montes

contemplando el fresco amanecer,

bajo el rosáceo manto 

que adorna al rubio sol;

contemplando el eterno y rojo atardecer

de los  días, que nacen y mueren;

escuchando el trino de los  pájaros 

y la limpia  risa del agua  cantarina,

que  corre, salta y juega en los  arroyos.

Sí, allí estaré, escondido  entre la  niebla 

y jugando con el viento,

esperando ver sus  caras  sonrosadas,

sus  ojos  como el cielo

y sus tiernas  voces diciendo:

¿dónde  estás abelo?

El Vacar  8 de  noviembre de 2020

viernes, 6 de noviembre de 2020

Desde mi terraza

¡Desde mi  terraza

verdes  encinares

entre  jaras altas!

¡Bonitos lunares

con sus  flores  blancas!


¡Sierra de los Santos!

¡Altiva Chimorra!

¡Qué agrestes  tus campos

de  rubia zahorra!


¡De roca y granito

también son tus  suelos,

con viejos  olivos

que gimen al  viento!


¡Hacia el Guadïato

corren los  arroyos

con risa y con llanto,

como amantes novios

que se quieren tanto!


¡En Villaviciosa,

los  pinos rodean 

su sierra fragosa!

¡Los  ciervos  berrean

con su voz  ruidosa!

¡Las  aves revuelan

de  forma  graciosa,

con trinos que suenan

cual flauta preciosa!


¡Sobre  Puente Nuevo

la alondra  volaba;

al pantano seco  

sus ojos  miraban!

¡Se seca el embalse,

-su trino  cantaba-

si lluvia  no cae

la vida se acaba!


¡Qué negro es el cielo

que  cubre estos montes,

como negro velo,

cuando el sol se esconde!


¡Montes del Vacar,

siempre  de vosotros

yo tendré que  hablar!

¡Tus  navas y cotos

serán mi cantar!


El Vacar  8 de  septiembre de 2020

domingo, 1 de noviembre de 2020

Veo llover por la ventana

       Veo llover por la ventana. El sonido de las  gotas  me recuerda tiempos de mi infancia. Me encantaba meterme en los  charcos y colocarme debajo de los canalones de los tejados, para que sobre mí cayese el grueso chorro de agua que por sus bocas se vertía. Miraba las cenicientas nubes, una  y otra vez, pues no comprendía cómo tal cantidad de agua podía almacenarse en tan vaporosos y etéreos recipientes. No me importaba mojarme hasta  quedar empapado; sólo sentía  pena  por la  ropa y el  calzado que  se estropeaban y sus repuestos era  caros y  muy escasos.                                                                          Sigue  lloviendo y siento como si esta lluvia me limpiara el alma, que vuelve de nuevo a mi niñez y a mi juventud, entre recuerdos dulces y entrañables añoranzas.                                                        El monótono repiqueteo del agua me produce una inenarrable sensación de soledad y de serena tristeza. Sólo la la lluvia es mi compañera y a ella le hablo desde el fondo de mi alma.                                                                                ¡Oh lluvia, fecunda el campo, a la madre naturaleza, para que brille hermosa en sus verdes praderas, en sus árboles frutales, en sus salvajes sabanas, en sus  prados  floridos o en sus  selvas  y bosques  tropicales!                                    ¡Viendo  tus lágrimas  caer he aprendido a  valorar el sentido de la  vida, la tristeza  del  que sufre, el embrujo del amar, la alegría de la  risa, la congoja del llorar, la  familia que  te ama, la dicha  de  perdonar, el misterio de la  muerte, el trabajo por la  paz... He  aprendido muchas  cosas que se  viven y se  sienten sin pensar!                               ¡Alegras, lluvia, mi soledad,  en esta  melancólica  tarde  otoñal en la que  no veré  al rubio sol, pero sí escucharé el sonido de  tus  cantarinas  gotas, chapoteando  sobre  los  charcos  y besando el cristal de mi ventana!  

                                    El Vacar 22 de octubre de  2020                                                                                       

                                                                                                                           

sábado, 31 de octubre de 2020

Por las montañas de Priego

Por las montañas de Priego

vi bailar  unas  zagalas,

al son del viento que sopla

y al son del agua que mana,

con su  pelo de  azabache

y su talle de  gitana.

Se movían como el aire,

cuando silba entre las  ramas.

Muchachas  eran del pueblo,

de  la calle de la  Cava,

curtidas por el trabajo

en estas  bellas  montañas,

cuyas cimas  van al cielo

y en sus pies  corren las aguas.

Me  encantaron con su baile

entre cerros y cañadas,

vestidas de  faralaes

con traje de  sevillanas.

Honor  regalan a Priego,

con su  baile las  zagalas,

por la gracia  y el salero 

nacido de sus  fontanas.

El Vacar 30 de  octubre de 2020

sábado, 10 de octubre de 2020

La poesía

 Como un fuerte  remolino,

promovido por el viento.

Como un  fuego que me abrasa

y que me  quema  por dentro.

Como un río de  agua  viva,

en mis  venas  yo la  siento;

quiere  salir  por  mi voz,

inunda  mi pensamiento

con ideas, con deseos

cargados  de  sentimiento;

en ocasiones  los  canto

y los  escribo al momento.

Las  palabras que utilizo

son como un dulce  lamento,

para  compartir  con todos,

mi tristeza y sufrimiento,

mi esperanza, mi dolor,

mi alegría  y mi contento.

Córdoba 25 de noviembre  de  2019

jueves, 8 de octubre de 2020

¡Qué lindo es ver ...!

 ¡Qué lindo es  ver el cielo

de pequeñas  estrellas  adornarse,

y de mágica luz,

cuando cae la noche iluminarse!


¡Qué lindo es ver el agua 

de los  mares y lagos ondularse,

y al aumentar el viento,

moverse, agitarse  y encresparse!


¡Qué lindo es ver los campos 

de diminutas  flores  adornarse,

y al paso de las horas,

de preciosos colores  esmaltarse!


¡Qué lindo es ver los  pájaros

volar  y revolar  por altos  aires,

y jugando  felices,

con sus lindas  parejas  acoplarse!


¡Qué lindo es  ver los  árboles

al capricho del viento cimbrearse,

y al llegar el otoño,

de sus  doradas  hojas  desnudarse!


¡Qué lindo es  ver la lluvia

caer y recaer y no pararse,

y los  campos  resecos

beber y más beber  hasta  saciarse!


¡Qué  lindo es  perdonar

y olvidar  ofensas sin enfadarse,

y al  calor del perdón,

aumentar la amistad sin cuestionarse!


¡Qué lindo es el amor

que la  dicha  regala hasta embriagarse,

y logra que dos  almas

consigan mutuamente  fusionarse!


El Vacar  25 de  septiembre de  2020





viernes, 25 de septiembre de 2020

Por Puerto Calatraveño

 En el camino hacia el norte,

por Puerto Calatraveño,

me encontré a una muchacha,

preciosa  como un lucero;

su rostro de nieve  pura

y su cabello muy negro,

su cuello de piel de seda

y sus ojos  como el cielo.

¡Hermosa como la  luna 

las noches de  cielo abierto!

¿Qué haces  aquí chavala,

en este  monte  tan lejos?

Atiendo a este  ganado

con ayuda  de  mis perros;

tengo cabras, tengo ovejas

y  también muchos  corderos;

como ves soy la pastora

del pueblo de Alcaracejos.

Me enamoré de su talle,

bailando al son del  viento,

de  sus manos  tan curtidas

con olor a  flor de  heno

y de sus  ágiles  piernas

veloces  como los ciervos.

¡Pastora  que me  enamoras

con tu voz y con tu cuerpo,

con tu  pelo de  azabache

y con tus  ojos  de  cielo!

¡Vente  conmigo hacia el norte

y deja  Calatraveño!

¡Te vestiré de  damasco

en mi palacio de invierno

y desde  ahora  serás,

princesa  de  Alcaracejos!

¡No temas  por tus ovejas,

ni por tus  lindos  corderos

que alegres  pacen los  montes

por las  navas y  roquedos!

¡Ellos  saben que vendrás,

volando como un jilguero,

y les  cantarás  canciones

con tu voz  de terciopelo,

que  ahuyentarán  a los  lobos,

con ayuda  de  tus  perros!

¡Pastora de  esta majada

en Puerto Calatraveño!

¡Ninfa  de  agrestes montañas!

¡Princesa  de  Alcaracejos!

Córdoba 29 de enero de  2020

lunes, 21 de septiembre de 2020

Sobre el amor

       Se habla  mucho del amor 
con ideas muy variadas,
en  la tele, en la  radio 
y en revistas  señaladas,
 en los chistes de  taberna
  en los bailes y quedadas. 
Para mejor  conocerlo,
 aquí tienes  su semblanza


El amor  nunca  se  irrita
y ningún premio  reclama.
No murmura, no critica,
ni dice  palabras vanas,
Perdona  cualquier  ofensa 
y nunca busca  venganza.
Es paciente y comprensivo,
alimenta la  esperanza
de que el hombre  jamás use
ninguna  clase de  armas.
Se  alegra  con los  triunfos,
y los  éxitos  ensalza
de  las  personas  queridas,
sin esperar alabanza.
Se  entristece  con las  penas
que  a sus  amigos les pasa,
dando ánimos y fuerza
para intentar superarlas.
El amor es un tesoro
que llevas dentro del alma,
mientras más  tú lo repartes,
más valor  y precio gana.
Ha de  ser la mejor  túnica
a vestir  como  mortaja,
y la prenda  más valiosa
que al partir se lleva el karma

El Vacar 16 de Septiembre de 2020





jueves, 17 de septiembre de 2020

Te busco, Señor, desde hace tiempo


Yo te  busco, Señor, desde hace tiempo

 en la tierra, en el aire  y en el  fuego;

te perdí, no sé  cuando, sin razones,

y por más que  te  busco no te  encuentro.

Ausculto con cuidado las  estrellas

para ver si te hallo allá en el  cielo;

la grandeza infinita que  contemplo

me  deja con espíritu perplejo.

¡Ayúdame , Señor, quiero encontrarte,

para ser tu discípulo de  nuevo!

¡Ayúdame, Señor, dame  tu fuerza

para  en verdad  vivir el Padre Nuestro!

¡No viniste, Jesús, a  darnos dogmas,

sino modo de vida  con tu ejemplo!

Muchas  veces  seguí otros caminos

que  no fueron cumplir el evangelio.

¡Necesito, Señor, tener  tu imagen

bien grabada en mi alma y mi cerebro!

¡No tengo que  buscarte en las  estrellas,

ni  en la infinita  cúpula  del  cielo;

he de  buscar  tu rostro  cada día 

en los  pobres, parados y sin techo!

¡Las  personas  humildes  y sencillas

son tu mejor sagrario, son tu templo!

El  Vacar 15 de  septiembre de  2020


sábado, 22 de agosto de 2020

Córdoba y los Sotos de la Albolafia

 

 

Mil  gracias  derramando

pasó por  estos  sotos  con presura,

y,  yéndolos mirando,

con sola  su figura

vestidos  los  dejó de  su hermosura

San  Juan de la  Cruz

 

    Las  blancas  gaviotas vuelan sobre  las  ondas  de  plata  del Guadalquivir que  besan  las  doradas  piedras  del  viejo puente  romano. Los  cormoranes  bucean  en su vientre junto a los  robustos  cimientos   de  tan vetusta  construcción. Los álamos, los  fresnos, sauces  y abedules  albergan una  variada  fauna de  aves  que  juegan y  aletean entre  sus  ramas, mientras se  cortejan y  alimentan a  sus  polluelos. Las  garzas y las grajillas, desde  las umbrosas  orillas, observan al  martín pescador bajo una  melodiosa  sinfonía  de cucurras y silbos  sonorosos. Estos  sotos  otorgan  a  Córdoba  un  sinfónico  bosque   vivo, que  canta  la  gloria  de  su pétrea  arquitectura  imbuida  de  gloria  y majestad. La  brisa, que  el  río  desprende, flota  como débil  bruma y se  despliega bajo  la  puerta  del  puente, arropa  como vaporoso manto  la  estatua  del triunfo de  San Rafael  y besa  los  muros  de  la  mezquita,  disipándose en tan  amoroso  ósculo. Bajo  los  arcos  del  puente  la  plata  fluye  con rumores  de  palomas   que  se  arrullan y  de  patos  que  surfean  la  corriente. Cuando  llega  mayo, emborrizado   de  sol y de  los  frescos  aromas  de  las  flores, los  sotos  despliegan  la  exuberante  hermosura  de la primavera  que  los  viste con su  verde  manto bordado de  frescura  y de  mágico encanto. San  Rafael, desde  su triunfo, escucha  al viento  que  juega  entre  las   ramas  de los  árboles  y cimbrea  las  adelfas  y eneas  en las  márgenes  del  río. El viento  que  nada  piensa  y que  palabras  no dice pero  a  quien  es  tan bello escuchar. El viento  en los sotos  es  un dulce  canto , que  vibra  igual que el  trino de los  pájaros, y vuela, como un ángel, por  los  jardines  y las  estrechas  callejuelas  de la  judería, perfumadas  de jazmines  y azahar, y se  duerme  en el  florido  paraíso de los  patios, recintos  de  aromas , de  colores  y poesía....

  ¡Por  eso  yo  te  amo, Córdoba  mía! ¡Córdoba  adornada  de  palmeras  y naranjos, de  claveles  y de  rosas, de geranios  y  alhelíes  que  por  tus  parques  sonríen!  ¡Cuando la luna  te  baña  con los  rayos  de  su lumbre y el  murmullo de  tus  fuentes canturrea  en tus  jardines, las  estrellas  tintinean  en el  cielo que  te  cubre y  se  bañan en el  río que  con sus  brazos  te ciñe, para  admirar  la  belleza  que sobre  tus  sotos  reluce!

                                                       

                                                               El Vacar  30 de  julio de  2020

 

martes, 14 de julio de 2020

El dolor

El  dolor es  un quejido del alma

que nadie  puede  escuchar;

es el  bramido del  viento

que no cesa  de  soplar;

es un volcán encendido

que nada  puede  apagar;

es un llanto inacabado

imposible de  llorar;

es una  herida  profunda

que no cesa  de  sangrar;

es  una  reseca  sed

que no se  puede  saciar;

es un puñal en el alma

que  se  clava más y más;

es un terrible  alarido

que nunca  al  aire  saldrá;

es  un ardiente  desierto

que te  quema  sin cesar;

es un corazón que  estalla, 

es un violento  huracán,

es  tan inmenso  y tan hondo

que no cabe  ni en el  mar...

¿Qué  es el dolor   en suma?

Súfrelo  y lo aprenderás.


Reina  Sofía  madrugada  del  14  de  febrero de 1986

viernes, 10 de julio de 2020

El Amor

Amor  vivo alimenta  la ternura

por el fondo de mi alma  derramada;

limpio  fontanar  de  agua inmaculada

que  a las  fuentes  manando se apresura.


¡Oh qué frescor tan dulce  en la  espesura,

que serena la pena  acumulada!

¡Oh qué furia  en  cascada desatada

en continuo  suicidio de  locura!


¡Ven amor para  darme  savia  fuerte,

que mi mal y mi pesar  yo deje  fuera!

¡Puro amor, fundamento de  mi vida,


que me  ayuda a  luchar contra la  muerte!

¡Manantial  de la  eterna  primavera

que a  gozar  de este mundo  me  convida!

El Vacar 8 de  junio de  2020

jueves, 9 de julio de 2020

Quizás del cielo caigan las galaxias

Quizás  del cielo  caigan las  galaxias,

tal vez  el sol  apague  su fusión,

pero  jamás  en  mí podrá  secarse

la  fuente  de  la  humana  compasión.

Tal  vez  el mar  se  agite sin medida 

y avance provocando  destrucción,

pero el  agua  jamás sofocará 

el fuego del amor y la pasión.

Quizás  estallen  juntos  los  volcanes

en una   terrorífica  explosión,

y su fuego  los  polos  los  derrita

provocando  global inundación;

pero el  agua jamás  ahogará

el amor  del  materno  corazón,

que cuida  y que  protege a sus hijos,

con locura y total abnegación.

Tal vez  la  tierra herida  de violencia,

de injusticia, de hambre y polución,

parezca  que ha  llegado  a su destino

de muerte, sin salida y salvación;

pero jamás en mí podrá  perderse

la  esperanza  de cambiar  tal situación,

y luchar  por un mundo  más  humano,

donde  reine la paz y comprensión.

Habrá personas  que odien la  armonía

y rechacen  vivir  con ilusión,

pero jamás  en mí podrá  apagarse

la  llama  que me  da  la inspiración.

El Vacar  28 de  junio de  2020




miércoles, 8 de julio de 2020

Soneto en las últimas horas de mi padre

Te  veo  subir, padre, la  escalera

que fría  te conduce  hasta la muerte;

tu mirada  vacía, el cuerpo inerte,

de llagas y de  escaras cruel cantera.


Ya no verás  nacer la primavera;

tus  ojos  los  agobia  gran tristeza;

es  tu cara  amarilla sin belleza,

y tu piel  muy reseca, cual madera.


¡Cuando  oigo escuchar  tus  alaridos,

que  expresan por la  boca  tu dolor,

se me  nubla  la  vista  y mis  sentidos


se  elevan suplicantes  al  Señor:

"Aplaca, Tú que  puedes  sus  quejidos,

acógelo en tu  seno, por  favor"!

Reina  Sofía, madrugada  del 6 de  marzo, de  1986,día  de la muerte  de mi padre

Soneto en la agonía de mi padre

Demudado en el rostro ya el color,

reflejando en su cara  la agonía,

con la  muerte  una  lucha  debatía

en su lecho postrado de  dolor.


¡Qué entereza  y qué  grande  pundonor!

¡Qué bravura y qué grande  valentía!

Su  vida  poco a poco  se  extinguía,

moría lentamente  sin temor.


¡La  Virgen, Santa  Madre  del Señor,

San Benito, al que  acudiste  confiado,

te concedan la palma y el honor


de vivir  en el cielo perdonado,

pues  aquí bien  sufriste y con rigor,

lo mismo que  Jesús  Crucificado!


Reina  Sofía, madrugada del  14  de   febrero de  1986


domingo, 14 de junio de 2020

Oda a mi vida confinada

¡Qué afortunada  vida

la que  llevo  gozando en el Vacar;

contemplo la salida,

al alba sin cesar,

de rubio sol que  alivia  mi pesar!


¡Qué  bello veo el río

en el  valle  sereno y en reposo!

¡Alegra  mi albedrío,

el vivir  tan  gozoso,

en un verde  paraje tan precioso!


¡En plena primavera

las  montañas  rebosan de  hermosura!

¡Baja  por la  ladera,

con su gentil  figura,

una  cascada  de agua  fresca y pura!


 ¡La  nava  está esmaltada

de alcornoques, encinas y olivilla!

¡Vestida  de  esmeralda,

de forma  tan sencilla,

me encanta, me entusiasma y maravilla!


¡Oh montes  ondulados

donde  moro seguro y muy dichoso!

¡Oh riscos alejados,

bajo cielo nuboso,

silbando  sopláis  aire  deleitoso!


¡Disfruto de las  aves

escuchando  su trino  muy seguido!

¡No sufro penas  graves,

oyendo su sonido,

olvido los  achaques  que he  vivido!

El Vacar 13 de  junio de 2020









viernes, 12 de junio de 2020

Soneto a Lucena


¡Oh Lucena  ciudad  tan destacada!

¡Corazón de  mi bella Andalucía ,

reluciente  bajo el sol de  mediodía, 

y a  los  pies  de Araceli  arrodillada!


¡Tierra fértil de  olivos  rodeada,

que  al aceïte  en  oro  convertía!

¡Del progreso  te has  hecho  faro y  guía,

desde  siglos  de  forma  señalada!


¡San Mateo  tu iglesia  parroquial,

de elegante y  fina  arquitectura,

es  grandiosa  cual bella  catedral


al guardar  los  tesoros  de cultura

como cofre  de  talla  sin igual!

¡Oh Lucena  yo te  amo con locura!


El Vacar  12  de  junio de  2020

Mis amistades


Soy  amigo de  los  mares,

de los  vientos, de la  brisa,

de los  bosques  esmeralda,

de las  aguas  cristalinas,

de los  pájaros  que  trinan 

sus canciones  matutinas,

de las  agrestes  montañas 

con sus crestas tan altivas;

soy amigo de los  valles

con sus  húmedas  umbrías;

soy amigo de  la  noche

con las  estrellas  que brillan;

soy amigo de la  gente,

que  de  su país  emigra,

buscando  nueva  esperanza

que dé  sentido a su vida;

soy amigo de los  campos

que tiene mi Andalucía,

de sus  pueblos y ciudades

que  desbordan alegría;

amigo de  las  personas 

que, con mucha  valentía,

protestan contra la  guerra,

contra el hambre y tiranía,

y quieren un mundo  nuevo

donde  reine la justicia.

Soy amigo de  las  flores

que, justo al nacer el día,

adornan los  verdes  prados

de belleza y armonía.

Soy amigo del amor

que  me llena  de  empatía,

de la  fe, de la  esperanza 

y la  grata  compañía  

de mi esposa, de  mis  hijos,

de mi  familia  querida.

Soy  amigo de la  Luz

y de la  franca  sonrisa.

Aguilar 6 de noviembre  de  1986