domingo, 14 de junio de 2020

Oda a mi vida confinada

¡Qué afortunada  vida

la que  llevo  gozando en el Vacar;

contemplo la salida,

al alba sin cesar,

de rubio sol que  alivia  mi pesar!


¡Qué  bello veo el río

en el  valle  sereno y en reposo!

¡Alegra  mi albedrío,

el vivir  tan  gozoso,

en un verde  paraje tan precioso!


¡En plena primavera

las  montañas  rebosan de  hermosura!

¡Baja  por la  ladera,

con su gentil  figura,

una  cascada  de agua  fresca y pura!


 ¡La  nava  está esmaltada

de alcornoques, encinas y olivilla!

¡Vestida  de  esmeralda,

de forma  tan sencilla,

me encanta, me entusiasma y maravilla!


¡Oh montes  ondulados

donde  moro seguro y muy dichoso!

¡Oh riscos alejados,

bajo cielo nuboso,

silbando  sopláis  aire  deleitoso!


¡Disfruto de las  aves

escuchando  su trino  muy seguido!

¡No sufro penas  graves,

oyendo su sonido,

olvido los  achaques  que he  vivido!

El Vacar 13 de  junio de 2020









5 comentarios:

  1. Muy bonita Oda, que aún siendo un tema no muy boyante, has sabido sacar optimismo y belleza...
    Que es lo más importante!!!!

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  2. Antonio gracias por leerla. Me alegra que te haya gustado

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  3. Siempre hay que sacar lo bueno y positivo de la adversidad, y si además sacas lo bello y lo compartes, mejor que mejor.

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  4. Recordaba la Oda a la Vida Retirada de Fray Luis de León y me vino la inspiración de hacer esta poesía viendo un cierto paralelismo entre su situación y la que menos vivido con el confinamiento. Gracias por tu comentario Lourdes

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    1. Gran idea! y productiva, para dejarnos leer maravillas como esta!

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