miércoles, 8 de julio de 2020

Soneto en la agonía de mi padre

Demudado en el rostro ya el color,

reflejando en su cara  la agonía,

con la  muerte  una  lucha  debatía

en su lecho postrado de  dolor.


¡Qué entereza  y qué  grande  pundonor!

¡Qué bravura y qué grande  valentía!

Su  vida  poco a poco  se  extinguía,

moría lentamente  sin temor.


¡La  Virgen, Santa  Madre  del Señor,

San Benito, al que  acudiste  confiado,

te concedan la palma y el honor


de vivir  en el cielo perdonado,

pues  aquí bien  sufriste y con rigor,

lo mismo que  Jesús  Crucificado!


Reina  Sofía, madrugada del  14  de   febrero de  1986


3 comentarios:

  1. Imponente momento, ver a un padre agonizar, momento que se debe borrar, recordarlo como era antes de todo sufrimiento y agradecer el tiempo que con él se pudo estar.

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  2. Viéndolo morir te sientes impotente y recuerdas los momentos felices vividos junto a él. Y eso aumenta aún más tu pena y tu dolor

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    1. Pero a la vez debe alegarte y debes dar gracias por lo bueno y feliz vivido con él y por lo aprendido... no te quedes solo con lo triste, con lo duro, con la pena, con el dolor, con la impotencia... trae a tu mente lo positivo y lo bueno

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