martes, 22 de diciembre de 2020

Oda a la Navidad

 ¡Una  estrella  lucía,

rilando en aquella  noche estrellada;

daba luz a María,

una madre cansada,

con su cara feliz y esperanzada!


¡En la noche callada,

María  alumbraba en el duro suelo!

¡Qué  feliz  madrugada!

¡Qué  dichoso consuelo

tener  con nosotros al  Rey  del cielo!


¡De  su vientre  salía,

como el sol cuando asoma  ruboroso,

un bebé que gemía

con llanto amoroso!

¡El Señor  de los cielos, Niño hermoso!


¡Y la estrella  brillaba

bajo el azabache manto del cielo,

y a los  tres magos guiaba

que, con gran desvelo,

viajando  venían con tierno anhelo!


¡Qué dichosa  ventura, 

en aquella noche de  frío  hielo,

admirar la hermosura

de Jesús pequeñuelo!

¡Dios  entre pajas  cual lindo polluelo!


¡Hoy  Jesús  ha  nacido,

lucero brillante del firmamento,

por el  frío aterido,

y sin ningún portento!

¡Oh qué  tierno gozo, qué  gran momento!




Córdoba 23 de noviembre de  2020

3 comentarios:

  1. Amigo Fernando, te comento mi parecer, sin ánimo de molestarte.
    De las tres primeras estrofas me han gustado bastante la frescura e imágenes. Las dos siguientes son otra cosa; la última se sale del tema proyectándose a nosotros más allá del Divino Nacimiento..

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  2. Tienes toda la razón. Yo quise no sólo describir poéticamente el nacimiento de Cristo sino que dicho nacimiento, en el frío y la pobreza, nos interpelase a todos los que hemos sido bautizados.
    En absoluto me molestan tus apreciaciones amigo Pedro.
    Feliz Año Nuevo .
    Un abrazo

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  3. Ojala hiciésemos lo que nos dices en la ultima estrofa y viviésemos más de acuerdo a lo transmitido por nuestro Señor.

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