Te veo subir, padre, la escalera
que fría te conduce hasta la muerte;
tu mirada vacía, el cuerpo inerte,
de llagas y de escaras cruel cantera.
Ya no verás nacer la primavera;
tus ojos los agobia gran tristeza;
es tu cara amarilla sin belleza,
y tu piel muy reseca, cual madera.
¡Cuando oigo escuchar tus alaridos,
que expresan por la boca tu dolor,
se me nubla la vista y mis sentidos
se elevan suplicantes al Señor:
"Aplaca, Tú que puedes sus quejidos,
acógelo en tu seno, por favor"!
Reina Sofía, madrugada del 6 de marzo, de 1986,día de la muerte de mi padre
Triste momento, triste vivencia, que salió en forma de poema, bella forma de expresa una fatalidad angustiosa.
ResponderEliminarSí, la muerte de mi padre tras larga y muy dolorosa agonía
ResponderEliminarMomentos duros... que también forjan nuestro carácter y lo que hoy día somos... las rosas tiene espinas... eso no podemos olvidarlo...
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