jueves, 19 de agosto de 2021

Dedicado a Federico

 

¡Te mataron Federico,
en la vega de Granada,
las estrellas son el velo 
que te sirve de mortaja!

Allá en el valle, oculto por la  tierra
que acaricia  tu cuerpo acribillado, 
recitas  con dolor desesperado
tur versos tan contrarios a la  guerra.

Tu espíritu, ligero como pluma
de paloma que anida junto al  río,
recuerda  nuestro humano desvarío,
flotando dulcemente  entre la  bruma.

Tu jaca son los  rayos  de la luna,
cabalgas en su  grupa  plateada;
tu yegua de azabache inmaculada
que te sirve de  mágica  tribuna.

¡Galopas  como ardiente  roja llama,
ya no pueden  herirte ni dañarte!
¡Volarás para  siempre sin cansarte
pues gozas de la gloria de la  fama!

¡Clara  como el agua  tu poesía!
¡Radiante como el sol tu sentimiento!
¡Qué profundo, qué hondo tu lamento!
¡Qué  sonora, qué limpia  tu alegría!

¡Tus  versos  el lenguaje de las flores!
¡Qué  grande, qué importante  tu legado,
cantor de Andalucía  destacado!
¡El parnaso te rinde  sus  honores!

¡Te mataron, Federico,
en la  vega de Granada,
las  estrellas son el velo
que  te sirve de  mortaja!

martes, 27 de julio de 2021

Mi corazón palpita con mis versos


 Mi corazón palpita  con mis  versos
pues  en ellos se encuentra retratado;
a veces  se estremece de contento
y otras con la tristeza  va penando.

Los  versos forman parte de mi vida
pues manan de mi gozo y de mi llanto,
de emociones  bañadas de alegría, 
de amargura .de penas y fracasos.

Mi corazón anida  entre  mis versos,
¡cogedlo, por favor, os lo regalo!
A veces  está  lleno de ilusiones
vividas  desde  tiempos muy lejanos.

¡Tomad  mi corazón, os lo suplico!
¡Cogedlo con cuidado con las  manos!
¡Veréis que es  grande y noble  como el cielo
que nos  cubre a todos  con su manto!

¡Tomad  mi corazón está  sereno,
gozando de  la  paz  y enamorado!
¡Buscad mi corazón entre  mis  versos
pues  en ellos  se  encuentra reflejado!

Aguilar  abril de  1985


miércoles, 14 de abril de 2021

Huele a primavera






     La  savia corre por las  venas de los  árboles, por las plantas, por las  flores como impetuoso río. Toda la  hermosura de parques, vergeles, jardines, huertos, pensiles, bosques y sabanas se posa  como una delicada mariposa  sobre las  soleadas  laderas de la sierra, sobre las luminosas  navas que apacientan a  cientos  de  blancas ovejas y tiernos corderos.
    Su aroma  se alza  como un tenue humo azul que perfuma  mis   sienes y suena como dulce flauta en mis  oídos.
    Todas las  flores me  miran con su  rostro de  pétalos de  sedoso  nácar, en este  jardín silvestre de la  tarde que  desprende  efluvios  de  cuaresmal lavanda.
    El aire  tiembla  mientras el ocaso cubre con su manto arrebolado el lejano horizonte de levante. Todo es  armonía  y belleza. Sobre el prado comienzan a  palpitar gozosas las  estrellas,
    ¿No escucháis la cautivadora  música de la sonora  penumbra de las hojas que el viento toca con su infantil sonrisa? 
   ¿Acaso no percibís el rumor del agua que me llama con su líquida y fresca  voz en este  crepúsculo  dorado y melancólico?
    Caminaré  hacia el río, hacia  las  limpias  cascadas de  agua pura, para  regar el jardín de mi espíritu, el huerto de mi alma que quiere  florecer en esta  hora  vespertina   en que la  luz  del  día cierra sus  párpados, para que la pálida luna derrame  su magia  plateada y su aroma de embrujo embriagador, en este místico y  cautivador anochecer  primaveral.
    ¡Sí, huele  a  primavera!
    El Vacar  10 de marzo de  2021
    


sábado, 27 de marzo de 2021

Vuelvo a ti Córdoba de mi ensueño




Vuelvo a ti, Córdoba de mi ensueño,

como alumno que  fui de  lo sagrado .

Te veo brillante  como un lucero;

tu belleza me deja  alucinado.


Miro al  Guadalquivir bajo tu puente;

cerca escuché sus risas  y su llanto.

Nostalgias  anidadas en mi mente,

entre inciensos y canto gregoriano.


¡Cuántas  veces  anduve  por tu villa,

rebosando de  amor  apasionado!

¡Poco a  poco el destino de  mi vida

me alejó sin quererlo de  tu lado!


¡Oh Córdoba, Córdoba  de mi  alma,

mi corazón por ti está sangrando!

¡Sé  que  no deseas que me  vaya,

sino que  alegre  duerma  entre tus  brazos!

El Vacar  25  de  enero de 2021

martes, 16 de marzo de 2021

Mi viaje a Noruega

   








  El avión despegó  con fuerza  de la  terminal 2  del aeropuerto Adolfo Suárez de  Madrid. Mi corazón estaba en un puño pues no me  gusta nada este medio de  transporte; unida  a este miedo, la  tensión se me  dispara y mi organismo siente un acentuado  malestar y desasosiego. Tras los primeros  minutos todo se  fue calmando y, poco a  poco, recobré el  dominio  de mi mente  y de mi cuerpo. El aparato volaba por encima de las  nubes y así continuó todo el  trayecto. Fue pues  un vuelo de ciegos sobre una  alfombra de  blancas  nubes de  ceniza  y algodón. Un feliz  y rápido  aterrizaje  dio término a  este  vuelo  de unas dos horas y media  de  duración. Me encontraba en el aeropuerto de  Oslo y estaba a punto de  comenzar realmente este  exótico  viaje por el país de los fiordos . Quiero expresar  brevemente  lo que  esta aventura ha  significado para mí.

    He  viajado en autobús bajo una  lluvia, persistente en ocasiones, atravesando verdes  valles, umbrosos  bosques y montañas  nevadas, cubiertas  siempre  de una  vaporosa bufanda  de   nubes. Hemos  discurrido junto a  ríos  caudalosos y lagos  de  transparentes aguas. Me  he maravillado contemplando alegres  cascadas que, mientras  cantaban, se  precipitaban,  jubilosas y alocadas, por las  laderas y acantilados de las  montañas hacia los  acuosos lechos  que  las  acogían.  He  cantado con los  demás  pasajeros mientras miraba las  gotas  de  lluvia  que  chisporroteaban  sobre  los  cristales, envolviendo al  vehículo en un acuoso  vapor  que emborronaba  todo el  horizonte. En alguna  ocasión he contado chistes junto con otros  viajeros  y  hemos  reído a carcajadas  con sana alegría  y calurosa  amistad. Estas  horas  de  autobús me han permitido observar  a mis  compañeros   cuyas  caras  expresaban  amistad, inteligencia  y asombro ante  la  sublime y espléndida  naturaleza  que nos  rodeaba  por doquier.  Me  he  maravillado especialmente, contemplando las lenguas  de  un glaciar que, desde  las  altas e  invisibles  cumbres,  se  asomaban para  saludarme  con sus  turquesas  lágrimas heladas. He  disfrutado, como si tuviese  pocos  años, mientras  las nieve  caía  sobre  mi rostro dándome  la  bienvenida  y besando mi piel con su gélido toque. Ha  sido  fantástico cruzar en barco varios  fiordos de ensueño y sentir  el aire  que, alocado,  me  envolvía  con frío pero ardiente  frenesí. Imposible  expresar  con palabras  la emoción de  observar  las  laderas de las  montañas que  rodean  los  fiordos  cubiertas de  cascadas  que, como lágrimas  del cielo o como corbatas de  plata, adornan  tan espectacular  escenario. Tras  una  jornada recibiendo  emociones por  tan sorprendentes  paisajes ha sido un placer tomar una  ducha  caliente en el  hotel, rememorando las  sensaciones   vividas  ese  día.

    Paseando  por las  diversas  ciudades que hemos  visitado, me  han gustado tanto  sus  monumentos y   su especial  arquitectura, como  sus  floridos  parques y jardines con preciosos lagos, donde  los  niños  reían y  jugaban  mientras las  gaviotas  volaban y los  cisnes  nadaban junto a la  orilla. Ante  tanta  belleza he recordado a mis seres  queridos con entrañable  cariño y les  he  comprado algún recuerdo que  acompañe  nuestros  besos  y abrazos  en el próximo retorno.

    Me  he  sentido como si de nuevo viviese una  segunda  juventud, viajando  junto a la  persona  amada  y poder  así enamorarme de nuevo de  ella  más  allá de los  setenta. Por  momentos  he  olvidado  mis males y enfermedades, ganándome y superándome  a mí mismo en un desafío personal. He  impulsado de  nuevo en mi  vida la alegría y la  esperanza.

    Éste  ha  sido mi viaje . Ésta  ha sido mi experiencia. Esto ha  sido vivir. Puedo  concluir  con estos  versos

Si del  mundo me  diesen todo el oro

y no poder  por ello ya  moverme,

diría que prefiero este  tesoro,

de admirar Naturaleza  y sorprenderme

con glaciares y cascadas, que  yo adoro,

con la  lluvia, el granizo  y la  nieve.


Escrito en autobús  camino de  Oslo 3 de  junio de 2019

sábado, 6 de marzo de 2021

Cerré yo sus ojos

Cerré yo sus ojos,

que aún tenía  abiertos,

 y tapé su cara

con un blanco velo.

Aquel seis de marzo,

    ¡qué bien lo recuerdo,

mi padre  marchó 

volando hacia el cielo!


Un médico vino,

para dar por hecho,

que mi padre estaba 

para siempre  muerto.

¡Qué pena  tan grande,

qué dolor tan fiero,

se clavó en mi alma

cual vivo avispero!


Mi padre yacía  

tan frío y tan yerto

que me parecía

un bloque de hielo.

Escaras  tenía

por todo su cuerpo.

¡Qué dolores  tuvo

estando  despierto!


En el tanatorio 

estuvo primero,

allí lo velamos

amigos y deudos.

Quizás  le rezaron

con gran desconsuelo

cuando contemplaron

sus pálidos  restos.


Luego a  La  Victoria

llevamos el féretro

y tras de la misa

pasó al cementerio;

allí lo metimos 

en un nicho  nuevo

y en la  oscura  lápida

escribí unos  versos

con amor  filial

hacia un padre bueno.


Mis  hijos  le dieron 

su mayor  contento;

fueron sus tres nietos

su mejor  consuelo.

Francisco Fernando

su nieto primero;

con él disfrutó

primicias de  abuelo;

luego vino Antonio,

lucero del cielo;

a voces  le  daba

sus tiernos  requiebros.

Cuando vino Inma

estaba ya enfermo;

su pequeña albóndiga

de miel y romero.


Una  vez  cerrado, 

aquel  frío hueco,

con él conversé,

con hondo respeto

y  mucho dolor

dentro de mi pecho.

¡Adiós, padre mío,

le dije  sincero,

que  en la  gloria  estés

con júbilo pleno!.


Han pasado años,

¡como corre el tiempo!

Pero desde entonces, 

yo bien lo prometo,

cuando estoy muy triste

y con pena  dentro,

cuando cae la nieve

del helado invierno,

cuando sólo oigo

gemidos del viento,

de mi amado padre 

su muerte  recuerdo

y elevo plegarias

por él hasta el cielo,

¡Que  Dios  te bendiga

con el  gozo eterno;

te lo mereciste

yo doy fe de ello!


El Vacar 6 de marzo de 2021


jueves, 4 de marzo de 2021

Amas al mar y el mar está en tus ojos


          ¡Amas  el mar y el mar  está en tus ojos!

       ¡Amas al sol  y él  luce en tus cabellos con los dorados reflejos  de la  tarde!

       ¡El mar y el sol caminan con tu  cuerpo cuando paseas airosa  por la  calle!

       ¡Amas  la tierra y tus  senos  son montañas, rodeadas de  navas  y de  valles!

       ¡Amas  el campo y los  verdes  trigales; tu vientre  es un trigal donde   tres  espigas  hermosas  se han  formado que en garbo y en belleza son rivales! 

        ¡Amas  la  brisa  y tu aliento es el  céfiro  que  trae  aromas de  flores  muy suaves!

        ¡Los pájaros, las nubes, el cielo, las  estrellas y los  profundos  abismos  siderales, se  quedan conmovidos  cuando los  miras  con tus  ojos  inefables!

        ¡Eres el mar  que  fluye por tus ojos!

        ¡Eres  el sol que  evapora  mis pesares!

            ¡Amada mía te amo  como a nadie!

        ¡Te necesito, me  asfixio  sin tu aire!

        ¡Toma  mis manos y llévame en las  tuyas, ligero sin velamen, como llevabas el  ramo de flores  en la  iglesia tan dulce  y elegante!

          ¡Oh te  quiero con mi cuerpo, con mi alma y con mi sangre!

        ¡Partamos  juntos por el mar  proceloso de la  vida en el bajel de  tus  senos  y tu  talle!

        ¡Esperemos unidos  la  venida  del postrer  viajero de la  tarde, fundidas  nuestras almas  con el amor, que olvida, que perdona y que  cura las  oscuras  heridas  más  sangrantes!

        ¡Te  quiero  compañera, amada  esposa y buena  madre!

                    Córdoba 14 de  febrero de 2020



lunes, 22 de febrero de 2021

Canto en romance a la bandera andaluza



¡Es la  bandera  andaluza

blanca y verde, verde y blanca! 

¡Verde  como sus  olivos,

blanca como son sus casas!

¡Tiene el verdor de los  pinos

a la luz de la mañana!

¡Es  blanca  como la nieve,

que cubre  Sierra Nevada!

¡Verde  como sus  trigales

con sus  amapolas  grana!

¡Es  blanca  como la  sal

que en San Fernando se  saca!

¡Verde  como las  palmeras

que hacia el cielo se levantan!

¡Blanca  como son las  jaras

en el Coto de Doñana!

¡Posee el mismo  verdor 

que la  Vega de  Granada!

¡Es blanca  como la leche

ordeñada de sus cabras!

¡Verde  como los  lentiscos

que crecen en sus  montañas!

Y cuando  flamea al viento,

¡baila  como una  gitana!

¡Ondea  con marcial  pose,

por su ascendencia  romana!

¡Embruja  con su  figura

por su  sangre  musulmana!

¡Es la  bandera  andaluza

blanca y verde, verde  y blanca!

¡Un grito de libertad!

¡Una  señal de  esperanza!

¡Una  espadaña de  fe!

¡Un orgullo para España!


Córdoba 11 de diciembre de  2019


lunes, 15 de febrero de 2021

Décima al sol en eneasílabos

 ¡Ígneo disco flameante!

¡Rubio galán madrugador,

eres  del cielo gran fulgor!

¡Ardiente cerco llameante,

brillante esfera  rutilante!

¡Rey del cielo, fúlgida rosa

que hace la  tierra más hermosa!

¡Me encantan tus  rayos  templados

besando a los  campos helados!

¡Dorada  bola  luminosa!


Aguilar  de la   Frontera  12 de marzo de 1986

lunes, 8 de febrero de 2021

Vigilia Nocturna

En la noche negra,

cuando suena el viento,

cuando ni siquiera 

se asoma un lucero

al manto azabache 

que  cubre los  cielos,

me siento muy triste

y pienso en los  muertos;

mis  tíos, mis primos,

mis  buenos  abuelos,

mis seres  queridos,

y amigos sinceros;

¡todos ellos juntos

qué pronto se  fueron!

Me quedo despierto,

mi mente  cavila,

rebusca los  huecos

que están escondidos

allá en mi cerebro;

y pasa mi vida 

como en un espejo.

Siento gran pesar 

en este  recuento.

Veo los  errores,

también los  aciertos;

pasean desnudos

todos  mis anhelos,

mis ansias, mis luchas,

todos  mis deseos...

Amar a  mi esposa,

marcharnos  muy lejos,

los dos  muy juntitos

para comprendernos;

querer a mis hijos,

darles el sustento;

que crezca su espíritu,

que  crezca su cuerpo;

que amen, que sirvan

en todo momento,

a cualquier  persona,

no importa su gesto,

su raza, su cuna

o su pensamiento;

y, si lo merecen,

que ocupen un puesto

para que  realicen

su mejor proyecto.

Ser  buen profesor,

ser siempre "maestro";

trabajar  feliz,

alegre y contento

queriendo ayudar,

en todo momento,

a cualquier alumno

que busque  consejo.

Todo lo anterior

es sólo un bosquejo

de aquello que guardo, 

y en mi alma  tengo,

un tanto  escondido,

como  fiel secreto;

y en la  noche negra,

cuando suena el viento,

cuando  ni siquiera

se asoma un lucero

al manto azabache

que cubre los cielos, 

me siento muy triste...

y sobre ello pienso...


Reina  Sofía, madrugada del 27 de  febrero de  1986

lunes, 1 de febrero de 2021

Volcán de amor

 Llegaste  con el cuchillo azul de la  mañana que incendiaba la  rosada  palidez  de la aurora.

Las  estrellas , trémulamente  puras, palidecían  asustadas  en el éter.

Te vi surgir  como una inmensa  bola de  oro.

Los   gritos  del silencio jugaban con los  vapores  matutinos que  temblaban y se  transformaban bajo los  débiles e inaudibles  quejidos  del  viento.

Las  madreselvas, cuajadas de  rocío, lloraban colgadas  de los  muros  derramando sus  transparentes  lágrimas.

El sueño  dormía  en  brazos  de la  vida.

Fue entonces cuando cogí  tus manos de  violeta, lívidamente  pálidas. Acaricié tus  dorados  cabellos  con ternura.

Las  auras  eran aromas  de  tus  senos y quedé prisionero de  tu talle.

Entonces  besé  tus  labios  carmesí con amor  apasionado.

Cerezas  de encendida  corteza  estallaron en el  aire. El orbe  entero se  incendió  con rojas  llamaradas del volcán de nuestros  cuerpos.....

Te amé  como nunca  te había amado. Los  dos  bailamos al compás  mientras  una  lava  ardiente corría  por nuestras  venas  y  bañaba  nuestra piel...

Apagué  mi sed en la  fuente  de tu vientre y me  bañé en los lagos  de  tus ojos de  esmeralda....

El cuchillo azul quemaba dulcemente...

Nada  existía.... Sólo tú y yo fundidos  para siempre.

Reina  Sofía, madrugada  del  27 de  febrero de  1986

domingo, 24 de enero de 2021

Amanecer

En la  verde  campiña ya amanece.

Huele a  tierra  mojada.

Está naciendo el día.

Cuando el alba, de rosas encendida,

se asoma  por las cumbres escondida,

los espigados  trigos se  conmueven

movidos  por el viento;

le cantan a la  vida

su alegre canción de  movimiento.

En las azules montañas,

el claro sonar de una campana,

cuyos  ecos se pierden por el bosque,

despierta a las blancas aldeas de su sueño.

Las  flores se  acicalan y visten

sus mágicas  corolas de colores.

La tierra  exhala sus rumores,

como salmos de  gloria  y de amores,

que se elevan  hacia el cielo lentamente,

  arropados

por  el limpio perfume de las  flores

y el vapor de los  campos 

empapados de  relente.

¡Qué pura  belleza derramada!

¡Qué placer tan hermoso y regalado!

¡Qué gozo tan profundo y tan callado!

¡Cómo mi alma  disfruta relajada,

contemplando

el sonrosado día que amanece!


Córdoba 25 de enero de  2020

lunes, 18 de enero de 2021

Vuelo como un águila sobre la campiña cordobesa

            El cielo se  viste de tules  cristalinos. El aire es  fresco besado por el  céfiro matutino. La  campiña  está preñada de  verdes  esperanzas.

    Hoy siento  latir profundamente mi corazón; mi cuerpo se vuelve  ligero como una  pluma y se eleva por el aire, flotando sobre las  lomas esmeraldas como águila  señera que vigila sus dominios.

    ¡Qué serena  belleza! ¡Qué intensa  emoción recorre  mi alma! Una blanca  estela  de  pueblos  se  despliega ante mi vista, brillando luminosa  bajo los  rayos del sol. ¡Espejo surge con su ducal castillo como una  nívea pirámide rodeada de  verdes olivos!¡Montemayor se asemeja  a  un alba  tortuga  coronada! ¡Fernán Núñez  como un pan blanco nacido de sus campos sudorosos! ¡Qué dorada  y preciosa  veo a Montilla apenas  asomada al mirador de sus vides  malaquitas! ¡Aguilar descansa  acostada entre las  lomas, junto a su hermosa  laguna de Zoñar! Continúo mi vuelo hacia el sur  acariciado por el silbo del aire  sonoroso que acaricia las  plumas de  mis alas. ¡Dulces  aromas  de  membrillo me señalan que vuelo sobre el febril  Puente Genil!  Giro  hacia el  este; ¡me deslumbro ante  Lucena  que me aparece  como una  blanca  alfombra tendida  a los pies  de su Virgen de Araceli! Vuelo sobre la ermita y ¡qué  maravilloso  panorama  se extiende alrededor!¡Lomas  cerros y hondonadas  conforman una vista impresionante! ¡Me  acerco a Cabra  que ríe y canta como el agua de  su río  y de su cristalina  fuente! Asciendo  por los aires y rodeo el blanco  santuario de la Virgen de la Sierra. ¡Qué navas tan umbrosas contemplo en sus  alturas! Unas  fuertes  ráfagas de  viento me alejan hacia el  sur . ¡Apiñada  en una loma, blanqueando como un lirio, distingo a  Rute! ¡Olores  de canela y chocolate, de anisados  y pestiños, me envuelven con su aroma embriagando mis sentidos!  ¡Muy cerca  diviso a Iznajar  que  se  yergue  orgulloso   sobre  el espejo plateado de las  aguas de  su lago!

    ¡Qué hermosos son los paisajes que contemplo! ¡Los  olivos  formando  largas  hileras que se cruzan y entrecruzan  formando un intricado laberinto! ¡Las  verdes alfombras  de  trigales, las  tierras albarizas, las  rosadas  canteras de mármol en los  peñascales  egabrenses, los  lagares  y cortijos  que, como blancas motas  en el verdor  de los cultivos, visten  a los  campos de un atractivo  traje de lunares....!

    Me  elevo aún más  arriba. Rozo los tenues  celajes de los  cirros. Las  lejanas   sierras  cenicientas, los prieguenses  cerros  ocres  y azules, la altiva  Tiñosa  que  airosa  se destaca  sobre  sus faldas de  olivares, los arroyos que verdean con sus  líquidas  corbatas de plata...  todo se  va difuminando  bañado por los  cálidos  vapores de la  húmeda  tierra que  respira.

    Las  agrestes montañas no parecen tener elevación. Así son- pienso  para  mí- los  humanos avatares; moles  gigantescas observadas desde  abajo; simples  colinas   vistos  desde  otras  perspectivas...

    ¡Qué silencio tan sonoro!

    ¡Qué  paz tan serena y sosegada!

      ¡Qué murmullo tan dulce y rumoroso...!

    ¡Cuántas  veces, cual águila avisora, he volado  sobre  vosotros! ¡Campos  de  Córdoba! ¡Verdes  olivares, oscuros encinares, viñedos esmeraldas, alfombras de  trigales, amarillos  girasoles, campiñas de  esperanza, agrestes  montañas  cárdenas y azules...! ¡En mis  ojos  de  águila, con corazón  humano, se han sembrado  para siempre la  vid, el trigo y los olivos!

    ¡Tierras de  Córdoba  formáis parte de mi ser!

                       Aguilar  28 de abril de  1986

martes, 12 de enero de 2021

Canto de enamorado

¡De flores las guirnaldas

adornan tus cabellos, sol ardiente!

¡Tus ojos esmeraldas!

¡Me miran fijamente

penetrando hasta el  fondo de mi mente!


¡Tu cara sonrosada,

en las  frescas mañanas del  verano,

brillaba enamorada!

¡Debajo de un manzano

de rodillas besé tu blanca mano!


¡Te fuiste  presurosa

sin oír mis  lamentos de alma rota!

¡Qué pena  dolorosa

mi corazón embota

y a mi espíritu daña y alborota!


¡Detente  viento helado!

¡No ondees  su cabello  recogido

de tono jaspeado!

¡Es un lecho florido

donde  muchos  suspiros se han dormido!


¡En la noche  estrellada

los luceros  anuncian a la aurora!

¡Qué dicha sosegada!

¡Qué calma  tan sonora,

te hipnotiza, te embriaga, te enamora!


¡Oh fuente cristalina!

¡Las  aves te rodean con sus trinos!

¡Suena la  mandolina

por sendas  y caminos!

¡Su música  unirá  nuestros  destinos!


¡Oh ninfas  terrenales

que moráis en los  bosques y las  flores!

¡Ornadas de  corales

con trajes de  colores,

cantad al mundo entero mis amores!


¡Buscando  voy mi amor!

¡Palomas  que  voláis por las  alturas!

¡Os  ruego por  favor,

mirad las  espesuras,

los  sotos  y los  lagos de  aguas  puras!


¡Buscadme a mi amada!

¡Decidle que  de amores  peno y muero!

¡Mi alma  está encerrada,

me siento  prisionero

esperando la  joya  que más quiero!


¡A las agua  turquesas,

que  abundáis en los  lagos y los mares

y del hielo sois  presas!

¡Buscadla en  vuestros lares

y aliviad mis lamentos y pesares!


¡Ya  sé  dónde  encontrarte

paloma de los  campos de olivares!

¡Allí podré  gozarte

oyendo los  cantares

del  viento  que susurra entre pinares!


¡Hija de las  montañas

que moras en sus  valles tan preciosos!

¡Con la luna   te bañas!

¡Por fin  somos  dichosos

oyendo nuestros   silbos amorosos!

Córdoba 30 y 31 de  diciembre de  2019



domingo, 3 de enero de 2021

A los campos andaluces

 ¡Qué bonito es el  sendero

de mis  campos  andaluces!

¡Olivos de  verde  hoja

y salvajes acebuches!


Camino por el sendero 

de mis campos andaluces,

encinas en los alcores

con madroños  agridulces,

romeros  y jaras  blancas,

tomillos en los taludes,

olivillas y durillos  

con sus  flores  tan azules,

pinares de  verdes copas 

en las cimas de las  cumbres.


¡Qué  bonito es el sendero

de mis  campos andaluces!

¡Olivos de verde hoja 

y salvajes acebuches!


En los valles, que se visten

con sus  ropajes de  nubes,

los  trigos y girasoles

en abrazos se  confunden.

El sol, cuando se  despierta

bostezando entre los  tules

de los encajes del cielo,

en tus entrañas  refulge

y a  tus mieses las madura  

con los  rayos de  su lumbre.


¡Qué  bonito es el sendero

de mis  campos  andaluces!

¡Olivos de  verde  hoja

y salvajes acebuches!


Cuando el sol, que se levanta,

el cielo limpia de  nubes

y dora las verdes  navas

de tus montañas azules,

mis ojos  con él se marchan

y descubren tus virtudes:

alcornoques y coscojas,

altos  brezos y abedules,

olivares y viñedos

que en tus  campiñas  relucen.


¡Qué bonito es el sendero 

de mis  campos  andaluces!

¡Olivos de  verde  hoja

y salvajes acebuches!


La  flora  del  Mare Nostrum

entera se  distribuye

por tus  bosques y solanas

y por tus  cárdenas  cumbres.

¡Por eso  yo a ti te canto,

este  romance  que  fluye

desde mi alma andaluza,

y en estas  letras  se  funde

con el amor   que le tengo 

a  mis  campos  andaluces!


¡Qué bonito es  el sendero

de mis campos  andaluces!

¡Olivos de  verde  hoja

y salvajes acebuches!


Córdoba, Centro de  profesores a las  19,30.

7 de  febrero de  1990