jueves, 19 de agosto de 2021
Dedicado a Federico
martes, 27 de julio de 2021
Mi corazón palpita con mis versos
miércoles, 14 de abril de 2021
Huele a primavera
sábado, 27 de marzo de 2021
Vuelvo a ti Córdoba de mi ensueño
Vuelvo a ti, Córdoba de mi ensueño,
como alumno que fui de lo sagrado .
Te veo brillante como un lucero;
tu belleza me deja alucinado.
Miro al Guadalquivir bajo tu puente;
cerca escuché sus risas y su llanto.
Nostalgias anidadas en mi mente,
entre inciensos y canto gregoriano.
¡Cuántas veces anduve por tu villa,
rebosando de amor apasionado!
¡Poco a poco el destino de mi vida
me alejó sin quererlo de tu lado!
¡Oh Córdoba, Córdoba de mi alma,
mi corazón por ti está sangrando!
¡Sé que no deseas que me vaya,
sino que alegre duerma entre tus brazos!
El Vacar 25 de enero de 2021
martes, 16 de marzo de 2021
Mi viaje a Noruega
El avión despegó con fuerza de la terminal 2 del aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid. Mi corazón estaba en un puño pues no me gusta nada este medio de transporte; unida a este miedo, la tensión se me dispara y mi organismo siente un acentuado malestar y desasosiego. Tras los primeros minutos todo se fue calmando y, poco a poco, recobré el dominio de mi mente y de mi cuerpo. El aparato volaba por encima de las nubes y así continuó todo el trayecto. Fue pues un vuelo de ciegos sobre una alfombra de blancas nubes de ceniza y algodón. Un feliz y rápido aterrizaje dio término a este vuelo de unas dos horas y media de duración. Me encontraba en el aeropuerto de Oslo y estaba a punto de comenzar realmente este exótico viaje por el país de los fiordos . Quiero expresar brevemente lo que esta aventura ha significado para mí.
He viajado en autobús bajo una lluvia, persistente en ocasiones, atravesando verdes valles, umbrosos bosques y montañas nevadas, cubiertas siempre de una vaporosa bufanda de nubes. Hemos discurrido junto a ríos caudalosos y lagos de transparentes aguas. Me he maravillado contemplando alegres cascadas que, mientras cantaban, se precipitaban, jubilosas y alocadas, por las laderas y acantilados de las montañas hacia los acuosos lechos que las acogían. He cantado con los demás pasajeros mientras miraba las gotas de lluvia que chisporroteaban sobre los cristales, envolviendo al vehículo en un acuoso vapor que emborronaba todo el horizonte. En alguna ocasión he contado chistes junto con otros viajeros y hemos reído a carcajadas con sana alegría y calurosa amistad. Estas horas de autobús me han permitido observar a mis compañeros cuyas caras expresaban amistad, inteligencia y asombro ante la sublime y espléndida naturaleza que nos rodeaba por doquier. Me he maravillado especialmente, contemplando las lenguas de un glaciar que, desde las altas e invisibles cumbres, se asomaban para saludarme con sus turquesas lágrimas heladas. He disfrutado, como si tuviese pocos años, mientras las nieve caía sobre mi rostro dándome la bienvenida y besando mi piel con su gélido toque. Ha sido fantástico cruzar en barco varios fiordos de ensueño y sentir el aire que, alocado, me envolvía con frío pero ardiente frenesí. Imposible expresar con palabras la emoción de observar las laderas de las montañas que rodean los fiordos cubiertas de cascadas que, como lágrimas del cielo o como corbatas de plata, adornan tan espectacular escenario. Tras una jornada recibiendo emociones por tan sorprendentes paisajes ha sido un placer tomar una ducha caliente en el hotel, rememorando las sensaciones vividas ese día.
Paseando por las diversas ciudades que hemos visitado, me han gustado tanto sus monumentos y su especial arquitectura, como sus floridos parques y jardines con preciosos lagos, donde los niños reían y jugaban mientras las gaviotas volaban y los cisnes nadaban junto a la orilla. Ante tanta belleza he recordado a mis seres queridos con entrañable cariño y les he comprado algún recuerdo que acompañe nuestros besos y abrazos en el próximo retorno.
Me he sentido como si de nuevo viviese una segunda juventud, viajando junto a la persona amada y poder así enamorarme de nuevo de ella más allá de los setenta. Por momentos he olvidado mis males y enfermedades, ganándome y superándome a mí mismo en un desafío personal. He impulsado de nuevo en mi vida la alegría y la esperanza.
Éste ha sido mi viaje . Ésta ha sido mi experiencia. Esto ha sido vivir. Puedo concluir con estos versos
Si del mundo me diesen todo el oro
y no poder por ello ya moverme,
diría que prefiero este tesoro,
de admirar Naturaleza y sorprenderme
con glaciares y cascadas, que yo adoro,
con la lluvia, el granizo y la nieve.
Escrito en autobús camino de Oslo 3 de junio de 2019
sábado, 6 de marzo de 2021
Cerré yo sus ojos
Cerré yo sus ojos,
que aún tenía abiertos,
y tapé su cara
con un blanco velo.
Aquel seis de marzo,
¡qué bien lo recuerdo,
mi padre marchó
volando hacia el cielo!
Un médico vino,
para dar por hecho,
que mi padre estaba
para siempre muerto.
¡Qué pena tan grande,
qué dolor tan fiero,
se clavó en mi alma
cual vivo avispero!
Mi padre yacía
tan frío y tan yerto
que me parecía
un bloque de hielo.
Escaras tenía
por todo su cuerpo.
¡Qué dolores tuvo
estando despierto!
En el tanatorio
estuvo primero,
allí lo velamos
amigos y deudos.
Quizás le rezaron
con gran desconsuelo
cuando contemplaron
sus pálidos restos.
Luego a La Victoria
llevamos el féretro
y tras de la misa
pasó al cementerio;
allí lo metimos
en un nicho nuevo
y en la oscura lápida
escribí unos versos
con amor filial
hacia un padre bueno.
Mis hijos le dieron
su mayor contento;
fueron sus tres nietos
su mejor consuelo.
Francisco Fernando
su nieto primero;
con él disfrutó
primicias de abuelo;
luego vino Antonio,
lucero del cielo;
a voces le daba
sus tiernos requiebros.
Cuando vino Inma
estaba ya enfermo;
su pequeña albóndiga
de miel y romero.
Una vez cerrado,
aquel frío hueco,
con él conversé,
con hondo respeto
y mucho dolor
dentro de mi pecho.
¡Adiós, padre mío,
le dije sincero,
que en la gloria estés
con júbilo pleno!.
Han pasado años,
¡como corre el tiempo!
Pero desde entonces,
yo bien lo prometo,
cuando estoy muy triste
y con pena dentro,
cuando cae la nieve
del helado invierno,
cuando sólo oigo
gemidos del viento,
de mi amado padre
su muerte recuerdo
y elevo plegarias
por él hasta el cielo,
¡Que Dios te bendiga
con el gozo eterno;
te lo mereciste
yo doy fe de ello!
El Vacar 6 de marzo de 2021
jueves, 4 de marzo de 2021
Amas al mar y el mar está en tus ojos
¡Amas el mar y el mar está en tus ojos!
¡Amas al sol y él luce en tus cabellos con los dorados reflejos de la tarde!
¡El mar y el sol caminan con tu cuerpo cuando paseas airosa por la calle!
¡Amas la tierra y tus senos son montañas, rodeadas de navas y de valles!
¡Amas el campo y los verdes trigales; tu vientre es un trigal donde tres espigas hermosas se han formado que en garbo y en belleza son rivales!
¡Amas la brisa y tu aliento es el céfiro que trae aromas de flores muy suaves!
¡Los pájaros, las nubes, el cielo, las estrellas y los profundos abismos siderales, se quedan conmovidos cuando los miras con tus ojos inefables!
¡Eres el mar que fluye por tus ojos!
¡Eres el sol que evapora mis pesares!
¡Amada mía te amo como a nadie!
¡Te necesito, me asfixio sin tu aire!
¡Toma mis manos y llévame en las tuyas, ligero sin velamen, como llevabas el ramo de flores en la iglesia tan dulce y elegante!
¡Oh te quiero con mi cuerpo, con mi alma y con mi sangre!
¡Partamos juntos por el mar proceloso de la vida en el bajel de tus senos y tu talle!
¡Esperemos unidos la venida del postrer viajero de la tarde, fundidas nuestras almas con el amor, que olvida, que perdona y que cura las oscuras heridas más sangrantes!
¡Te quiero compañera, amada esposa y buena madre!
Córdoba 14 de febrero de 2020
lunes, 22 de febrero de 2021
Canto en romance a la bandera andaluza
¡Es la bandera andaluza
blanca y verde, verde y blanca!
¡Verde como sus olivos,
blanca como son sus casas!
¡Tiene el verdor de los pinos
a la luz de la mañana!
¡Es blanca como la nieve,
que cubre Sierra Nevada!
¡Verde como sus trigales
con sus amapolas grana!
¡Es blanca como la sal
que en San Fernando se saca!
¡Verde como las palmeras
que hacia el cielo se levantan!
¡Blanca como son las jaras
en el Coto de Doñana!
¡Posee el mismo verdor
que la Vega de Granada!
¡Es blanca como la leche
ordeñada de sus cabras!
¡Verde como los lentiscos
que crecen en sus montañas!
Y cuando flamea al viento,
¡baila como una gitana!
¡Ondea con marcial pose,
por su ascendencia romana!
¡Embruja con su figura
por su sangre musulmana!
¡Es la bandera andaluza
blanca y verde, verde y blanca!
¡Un grito de libertad!
¡Una señal de esperanza!
¡Una espadaña de fe!
¡Un orgullo para España!
Córdoba 11 de diciembre de 2019
lunes, 15 de febrero de 2021
Décima al sol en eneasílabos
¡Ígneo disco flameante!
¡Rubio galán madrugador,
eres del cielo gran fulgor!
¡Ardiente cerco llameante,
brillante esfera rutilante!
¡Rey del cielo, fúlgida rosa
que hace la tierra más hermosa!
¡Me encantan tus rayos templados
besando a los campos helados!
¡Dorada bola luminosa!
Aguilar de la Frontera 12 de marzo de 1986
lunes, 8 de febrero de 2021
Vigilia Nocturna
En la noche negra,
cuando suena el viento,
cuando ni siquiera
se asoma un lucero
al manto azabache
que cubre los cielos,
me siento muy triste
y pienso en los muertos;
mis tíos, mis primos,
mis buenos abuelos,
mis seres queridos,
y amigos sinceros;
¡todos ellos juntos
qué pronto se fueron!
Me quedo despierto,
mi mente cavila,
rebusca los huecos
que están escondidos
allá en mi cerebro;
y pasa mi vida
como en un espejo.
Siento gran pesar
en este recuento.
Veo los errores,
también los aciertos;
pasean desnudos
todos mis anhelos,
mis ansias, mis luchas,
todos mis deseos...
Amar a mi esposa,
marcharnos muy lejos,
los dos muy juntitos
para comprendernos;
querer a mis hijos,
darles el sustento;
que crezca su espíritu,
que crezca su cuerpo;
que amen, que sirvan
en todo momento,
a cualquier persona,
no importa su gesto,
su raza, su cuna
o su pensamiento;
y, si lo merecen,
que ocupen un puesto
para que realicen
su mejor proyecto.
Ser buen profesor,
ser siempre "maestro";
trabajar feliz,
alegre y contento
queriendo ayudar,
en todo momento,
a cualquier alumno
que busque consejo.
Todo lo anterior
es sólo un bosquejo
de aquello que guardo,
y en mi alma tengo,
un tanto escondido,
como fiel secreto;
y en la noche negra,
cuando suena el viento,
cuando ni siquiera
se asoma un lucero
al manto azabache
que cubre los cielos,
me siento muy triste...
y sobre ello pienso...
Reina Sofía, madrugada del 27 de febrero de 1986
lunes, 1 de febrero de 2021
Volcán de amor
Llegaste con el cuchillo azul de la mañana que incendiaba la rosada palidez de la aurora.
Las estrellas , trémulamente puras, palidecían asustadas en el éter.
Te vi surgir como una inmensa bola de oro.
Los gritos del silencio jugaban con los vapores matutinos que temblaban y se transformaban bajo los débiles e inaudibles quejidos del viento.
Las madreselvas, cuajadas de rocío, lloraban colgadas de los muros derramando sus transparentes lágrimas.
El sueño dormía en brazos de la vida.
Fue entonces cuando cogí tus manos de violeta, lívidamente pálidas. Acaricié tus dorados cabellos con ternura.
Las auras eran aromas de tus senos y quedé prisionero de tu talle.
Entonces besé tus labios carmesí con amor apasionado.
Cerezas de encendida corteza estallaron en el aire. El orbe entero se incendió con rojas llamaradas del volcán de nuestros cuerpos.....
Te amé como nunca te había amado. Los dos bailamos al compás mientras una lava ardiente corría por nuestras venas y bañaba nuestra piel...
Apagué mi sed en la fuente de tu vientre y me bañé en los lagos de tus ojos de esmeralda....
El cuchillo azul quemaba dulcemente...
Nada existía.... Sólo tú y yo fundidos para siempre.
Reina Sofía, madrugada del 27 de febrero de 1986
domingo, 24 de enero de 2021
Amanecer
En la verde campiña ya amanece.
Huele a tierra mojada.
Está naciendo el día.
Cuando el alba, de rosas encendida,
se asoma por las cumbres escondida,
los espigados trigos se conmueven
movidos por el viento;
le cantan a la vida
su alegre canción de movimiento.
En las azules montañas,
el claro sonar de una campana,
cuyos ecos se pierden por el bosque,
despierta a las blancas aldeas de su sueño.
Las flores se acicalan y visten
sus mágicas corolas de colores.
La tierra exhala sus rumores,
como salmos de gloria y de amores,
que se elevan hacia el cielo lentamente,
arropados
por el limpio perfume de las flores
y el vapor de los campos
empapados de relente.
¡Qué pura belleza derramada!
¡Qué placer tan hermoso y regalado!
¡Qué gozo tan profundo y tan callado!
¡Cómo mi alma disfruta relajada,
contemplando
el sonrosado día que amanece!
Córdoba 25 de enero de 2020
lunes, 18 de enero de 2021
Vuelo como un águila sobre la campiña cordobesa
El cielo se viste de tules cristalinos. El aire es fresco besado por el céfiro matutino. La campiña está preñada de verdes esperanzas.
Hoy siento latir profundamente mi corazón; mi cuerpo se vuelve ligero como una pluma y se eleva por el aire, flotando sobre las lomas esmeraldas como águila señera que vigila sus dominios.
¡Qué serena belleza! ¡Qué intensa emoción recorre mi alma! Una blanca estela de pueblos se despliega ante mi vista, brillando luminosa bajo los rayos del sol. ¡Espejo surge con su ducal castillo como una nívea pirámide rodeada de verdes olivos!¡Montemayor se asemeja a un alba tortuga coronada! ¡Fernán Núñez como un pan blanco nacido de sus campos sudorosos! ¡Qué dorada y preciosa veo a Montilla apenas asomada al mirador de sus vides malaquitas! ¡Aguilar descansa acostada entre las lomas, junto a su hermosa laguna de Zoñar! Continúo mi vuelo hacia el sur acariciado por el silbo del aire sonoroso que acaricia las plumas de mis alas. ¡Dulces aromas de membrillo me señalan que vuelo sobre el febril Puente Genil! Giro hacia el este; ¡me deslumbro ante Lucena que me aparece como una blanca alfombra tendida a los pies de su Virgen de Araceli! Vuelo sobre la ermita y ¡qué maravilloso panorama se extiende alrededor!¡Lomas cerros y hondonadas conforman una vista impresionante! ¡Me acerco a Cabra que ríe y canta como el agua de su río y de su cristalina fuente! Asciendo por los aires y rodeo el blanco santuario de la Virgen de la Sierra. ¡Qué navas tan umbrosas contemplo en sus alturas! Unas fuertes ráfagas de viento me alejan hacia el sur . ¡Apiñada en una loma, blanqueando como un lirio, distingo a Rute! ¡Olores de canela y chocolate, de anisados y pestiños, me envuelven con su aroma embriagando mis sentidos! ¡Muy cerca diviso a Iznajar que se yergue orgulloso sobre el espejo plateado de las aguas de su lago!
¡Qué hermosos son los paisajes que contemplo! ¡Los olivos formando largas hileras que se cruzan y entrecruzan formando un intricado laberinto! ¡Las verdes alfombras de trigales, las tierras albarizas, las rosadas canteras de mármol en los peñascales egabrenses, los lagares y cortijos que, como blancas motas en el verdor de los cultivos, visten a los campos de un atractivo traje de lunares....!
Me elevo aún más arriba. Rozo los tenues celajes de los cirros. Las lejanas sierras cenicientas, los prieguenses cerros ocres y azules, la altiva Tiñosa que airosa se destaca sobre sus faldas de olivares, los arroyos que verdean con sus líquidas corbatas de plata... todo se va difuminando bañado por los cálidos vapores de la húmeda tierra que respira.
Las agrestes montañas no parecen tener elevación. Así son- pienso para mí- los humanos avatares; moles gigantescas observadas desde abajo; simples colinas vistos desde otras perspectivas...
¡Qué silencio tan sonoro!
¡Qué paz tan serena y sosegada!
¡Qué murmullo tan dulce y rumoroso...!
¡Cuántas veces, cual águila avisora, he volado sobre vosotros! ¡Campos de Córdoba! ¡Verdes olivares, oscuros encinares, viñedos esmeraldas, alfombras de trigales, amarillos girasoles, campiñas de esperanza, agrestes montañas cárdenas y azules...! ¡En mis ojos de águila, con corazón humano, se han sembrado para siempre la vid, el trigo y los olivos!
¡Tierras de Córdoba formáis parte de mi ser!
Aguilar 28 de abril de 1986
martes, 12 de enero de 2021
Canto de enamorado
¡De flores las guirnaldas
adornan tus cabellos, sol ardiente!
¡Tus ojos esmeraldas!
¡Me miran fijamente
penetrando hasta el fondo de mi mente!
¡Tu cara sonrosada,
en las frescas mañanas del verano,
brillaba enamorada!
¡Debajo de un manzano
de rodillas besé tu blanca mano!
¡Te fuiste presurosa
sin oír mis lamentos de alma rota!
¡Qué pena dolorosa
mi corazón embota
y a mi espíritu daña y alborota!
¡Detente viento helado!
¡No ondees su cabello recogido
de tono jaspeado!
¡Es un lecho florido
donde muchos suspiros se han dormido!
¡En la noche estrellada
los luceros anuncian a la aurora!
¡Qué dicha sosegada!
¡Qué calma tan sonora,
te hipnotiza, te embriaga, te enamora!
¡Oh fuente cristalina!
¡Las aves te rodean con sus trinos!
¡Suena la mandolina
por sendas y caminos!
¡Su música unirá nuestros destinos!
¡Oh ninfas terrenales
que moráis en los bosques y las flores!
¡Ornadas de corales
con trajes de colores,
cantad al mundo entero mis amores!
¡Buscando voy mi amor!
¡Palomas que voláis por las alturas!
¡Os ruego por favor,
mirad las espesuras,
los sotos y los lagos de aguas puras!
¡Buscadme a mi amada!
¡Decidle que de amores peno y muero!
¡Mi alma está encerrada,
me siento prisionero
esperando la joya que más quiero!
¡A las agua turquesas,
que abundáis en los lagos y los mares
y del hielo sois presas!
¡Buscadla en vuestros lares
y aliviad mis lamentos y pesares!
¡Ya sé dónde encontrarte
paloma de los campos de olivares!
¡Allí podré gozarte
oyendo los cantares
del viento que susurra entre pinares!
¡Hija de las montañas
que moras en sus valles tan preciosos!
¡Con la luna te bañas!
¡Por fin somos dichosos
oyendo nuestros silbos amorosos!
Córdoba 30 y 31 de diciembre de 2019
domingo, 3 de enero de 2021
A los campos andaluces
¡Qué bonito es el sendero
de mis campos andaluces!
¡Olivos de verde hoja
y salvajes acebuches!
Camino por el sendero
de mis campos andaluces,
encinas en los alcores
con madroños agridulces,
romeros y jaras blancas,
tomillos en los taludes,
olivillas y durillos
con sus flores tan azules,
pinares de verdes copas
en las cimas de las cumbres.
¡Qué bonito es el sendero
de mis campos andaluces!
¡Olivos de verde hoja
y salvajes acebuches!
En los valles, que se visten
con sus ropajes de nubes,
los trigos y girasoles
en abrazos se confunden.
El sol, cuando se despierta
bostezando entre los tules
de los encajes del cielo,
en tus entrañas refulge
y a tus mieses las madura
con los rayos de su lumbre.
¡Qué bonito es el sendero
de mis campos andaluces!
¡Olivos de verde hoja
y salvajes acebuches!
Cuando el sol, que se levanta,
el cielo limpia de nubes
y dora las verdes navas
de tus montañas azules,
mis ojos con él se marchan
y descubren tus virtudes:
alcornoques y coscojas,
altos brezos y abedules,
olivares y viñedos
que en tus campiñas relucen.
¡Qué bonito es el sendero
de mis campos andaluces!
¡Olivos de verde hoja
y salvajes acebuches!
La flora del Mare Nostrum
entera se distribuye
por tus bosques y solanas
y por tus cárdenas cumbres.
¡Por eso yo a ti te canto,
este romance que fluye
desde mi alma andaluza,
y en estas letras se funde
con el amor que le tengo
a mis campos andaluces!
¡Qué bonito es el sendero
de mis campos andaluces!
¡Olivos de verde hoja
y salvajes acebuches!
Córdoba, Centro de profesores a las 19,30.
7 de febrero de 1990