Cerré yo sus ojos,
que aún tenía abiertos,
y tapé su cara
con un blanco velo.
Aquel seis de marzo,
¡qué bien lo recuerdo,
mi padre marchó
volando hacia el cielo!
Un médico vino,
para dar por hecho,
que mi padre estaba
para siempre muerto.
¡Qué pena tan grande,
qué dolor tan fiero,
se clavó en mi alma
cual vivo avispero!
Mi padre yacía
tan frío y tan yerto
que me parecía
un bloque de hielo.
Escaras tenía
por todo su cuerpo.
¡Qué dolores tuvo
estando despierto!
En el tanatorio
estuvo primero,
allí lo velamos
amigos y deudos.
Quizás le rezaron
con gran desconsuelo
cuando contemplaron
sus pálidos restos.
Luego a La Victoria
llevamos el féretro
y tras de la misa
pasó al cementerio;
allí lo metimos
en un nicho nuevo
y en la oscura lápida
escribí unos versos
con amor filial
hacia un padre bueno.
Mis hijos le dieron
su mayor contento;
fueron sus tres nietos
su mejor consuelo.
Francisco Fernando
su nieto primero;
con él disfrutó
primicias de abuelo;
luego vino Antonio,
lucero del cielo;
a voces le daba
sus tiernos requiebros.
Cuando vino Inma
estaba ya enfermo;
su pequeña albóndiga
de miel y romero.
Una vez cerrado,
aquel frío hueco,
con él conversé,
con hondo respeto
y mucho dolor
dentro de mi pecho.
¡Adiós, padre mío,
le dije sincero,
que en la gloria estés
con júbilo pleno!.
Han pasado años,
¡como corre el tiempo!
Pero desde entonces,
yo bien lo prometo,
cuando estoy muy triste
y con pena dentro,
cuando cae la nieve
del helado invierno,
cuando sólo oigo
gemidos del viento,
de mi amado padre
su muerte recuerdo
y elevo plegarias
por él hasta el cielo,
¡Que Dios te bendiga
con el gozo eterno;
te lo mereciste
yo doy fe de ello!
El Vacar 6 de marzo de 2021
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡Qué solos se quedan los muertos! ¿Eres Bécquer reencarnado?
ResponderEliminarEmotiva expresión de amor filial a la muerte de tus padres.
Yo también escribí unas poesías breves en las lápidas de mis padres.
Un abrazo, amigo Fernando.
(Borré el comentario anterior por un error léxico).
La enfermedad y muerte de mi padre me dejó marcado y fue el detonante que me impulsó a escribir poesía como medio de calmar mi dolor y mi ansiedad.
EliminarUn abrazo
Texto con un profundo sentimiento.
ResponderEliminarGracias Manolo. Un abrazo
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