En la noche negra,
cuando suena el viento,
cuando ni siquiera
se asoma un lucero
al manto azabache
que cubre los cielos,
me siento muy triste
y pienso en los muertos;
mis tíos, mis primos,
mis buenos abuelos,
mis seres queridos,
y amigos sinceros;
¡todos ellos juntos
qué pronto se fueron!
Me quedo despierto,
mi mente cavila,
rebusca los huecos
que están escondidos
allá en mi cerebro;
y pasa mi vida
como en un espejo.
Siento gran pesar
en este recuento.
Veo los errores,
también los aciertos;
pasean desnudos
todos mis anhelos,
mis ansias, mis luchas,
todos mis deseos...
Amar a mi esposa,
marcharnos muy lejos,
los dos muy juntitos
para comprendernos;
querer a mis hijos,
darles el sustento;
que crezca su espíritu,
que crezca su cuerpo;
que amen, que sirvan
en todo momento,
a cualquier persona,
no importa su gesto,
su raza, su cuna
o su pensamiento;
y, si lo merecen,
que ocupen un puesto
para que realicen
su mejor proyecto.
Ser buen profesor,
ser siempre "maestro";
trabajar feliz,
alegre y contento
queriendo ayudar,
en todo momento,
a cualquier alumno
que busque consejo.
Todo lo anterior
es sólo un bosquejo
de aquello que guardo,
y en mi alma tengo,
un tanto escondido,
como fiel secreto;
y en la noche negra,
cuando suena el viento,
cuando ni siquiera
se asoma un lucero
al manto azabache
que cubre los cielos,
me siento muy triste...
y sobre ello pienso...
Reina Sofía, madrugada del 27 de febrero de 1986
Esta poesía es muy bonita y me recuerda la poesía romántica clásica, con resonancias becquerianas destacables.
ResponderEliminarPor ponerle una mínima pega, creo que mejoraría recortándola un poco.
Es tu poesía, y te ha salido muy bien, mi opinión cuenta poco.
Decir lo mismo con menos palabras es el desafío que yo me impongo en mi creación poética, pero cada cual tiene su propio criterio.
Lo importante es comunicar agradando, como consigues claramente con este poema.
Sí, Bécquer es uno de mis poetas favoritos. Alguna de sus poesías habla de los solos y tristes que quedan los muertos. Mi padre estaba muriendo en Reina Sofía y ante su muerte me surgió el deseo de analizar mi vida, mi trayectoria para intentar ser mejor persona tanto en mi vida familiar como en mi profesión y en la social. Indudablemente estaba muy triste y dolorido viendo cómo mi padre se moría sin remedio. Velándolo se me hacían las noches eternas llenas de ansiedad, tristeza y dolor. La poesía surgió así.
EliminarEs cierto lo bueno, si es breve, es dos veces bueno.
Gracias Pedro
La estrofa inicial, repetida al final, te la compraría sin dudar el mismísimo Becker, genial.
ResponderEliminarTristes momentos que nunca quisiéramos vivir, que con tu poesía haces más llevadero, transmitiendo esa soledad e impotencia que se pasa... aunque hay que mirar en positivo y buscar esperanza
ResponderEliminarLa poesía en muchas ocasiones ha sido par mí un bálsamo. Gracias Lourdes
Eliminar