martes, 16 de marzo de 2021

Mi viaje a Noruega

   








  El avión despegó  con fuerza  de la  terminal 2  del aeropuerto Adolfo Suárez de  Madrid. Mi corazón estaba en un puño pues no me  gusta nada este medio de  transporte; unida  a este miedo, la  tensión se me  dispara y mi organismo siente un acentuado  malestar y desasosiego. Tras los primeros  minutos todo se  fue calmando y, poco a  poco, recobré el  dominio  de mi mente  y de mi cuerpo. El aparato volaba por encima de las  nubes y así continuó todo el  trayecto. Fue pues  un vuelo de ciegos sobre una  alfombra de  blancas  nubes de  ceniza  y algodón. Un feliz  y rápido  aterrizaje  dio término a  este  vuelo  de unas dos horas y media  de  duración. Me encontraba en el aeropuerto de  Oslo y estaba a punto de  comenzar realmente este  exótico  viaje por el país de los fiordos . Quiero expresar  brevemente  lo que  esta aventura ha  significado para mí.

    He  viajado en autobús bajo una  lluvia, persistente en ocasiones, atravesando verdes  valles, umbrosos  bosques y montañas  nevadas, cubiertas  siempre  de una  vaporosa bufanda  de   nubes. Hemos  discurrido junto a  ríos  caudalosos y lagos  de  transparentes aguas. Me  he maravillado contemplando alegres  cascadas que, mientras  cantaban, se  precipitaban,  jubilosas y alocadas, por las  laderas y acantilados de las  montañas hacia los  acuosos lechos  que  las  acogían.  He  cantado con los  demás  pasajeros mientras miraba las  gotas  de  lluvia  que  chisporroteaban  sobre  los  cristales, envolviendo al  vehículo en un acuoso  vapor  que emborronaba  todo el  horizonte. En alguna  ocasión he contado chistes junto con otros  viajeros  y  hemos  reído a carcajadas  con sana alegría  y calurosa  amistad. Estas  horas  de  autobús me han permitido observar  a mis  compañeros   cuyas  caras  expresaban  amistad, inteligencia  y asombro ante  la  sublime y espléndida  naturaleza  que nos  rodeaba  por doquier.  Me  he  maravillado especialmente, contemplando las lenguas  de  un glaciar que, desde  las  altas e  invisibles  cumbres,  se  asomaban para  saludarme  con sus  turquesas  lágrimas heladas. He  disfrutado, como si tuviese  pocos  años, mientras  las nieve  caía  sobre  mi rostro dándome  la  bienvenida  y besando mi piel con su gélido toque. Ha  sido  fantástico cruzar en barco varios  fiordos de ensueño y sentir  el aire  que, alocado,  me  envolvía  con frío pero ardiente  frenesí. Imposible  expresar  con palabras  la emoción de  observar  las  laderas de las  montañas que  rodean  los  fiordos  cubiertas de  cascadas  que, como lágrimas  del cielo o como corbatas de  plata, adornan  tan espectacular  escenario. Tras  una  jornada recibiendo  emociones por  tan sorprendentes  paisajes ha sido un placer tomar una  ducha  caliente en el  hotel, rememorando las  sensaciones   vividas  ese  día.

    Paseando  por las  diversas  ciudades que hemos  visitado, me  han gustado tanto  sus  monumentos y   su especial  arquitectura, como  sus  floridos  parques y jardines con preciosos lagos, donde  los  niños  reían y  jugaban  mientras las  gaviotas  volaban y los  cisnes  nadaban junto a la  orilla. Ante  tanta  belleza he recordado a mis seres  queridos con entrañable  cariño y les  he  comprado algún recuerdo que  acompañe  nuestros  besos  y abrazos  en el próximo retorno.

    Me  he  sentido como si de nuevo viviese una  segunda  juventud, viajando  junto a la  persona  amada  y poder  así enamorarme de nuevo de  ella  más  allá de los  setenta. Por  momentos  he  olvidado  mis males y enfermedades, ganándome y superándome  a mí mismo en un desafío personal. He  impulsado de  nuevo en mi  vida la alegría y la  esperanza.

    Éste  ha  sido mi viaje . Ésta  ha sido mi experiencia. Esto ha  sido vivir. Puedo  concluir  con estos  versos

Si del  mundo me  diesen todo el oro

y no poder  por ello ya  moverme,

diría que prefiero este  tesoro,

de admirar Naturaleza  y sorprenderme

con glaciares y cascadas, que  yo adoro,

con la  lluvia, el granizo  y la  nieve.


Escrito en autobús  camino de  Oslo 3 de  junio de 2019

11 comentarios:

  1. Felicidades, Fernando, por ese bonito y emocionante viaje y por el artículo que lo recrea. Mi enhorabuena.
    Debemos expansionarnos y salir de nuestras casas para no reducirnos y convertirnos en prisioneros del miedo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Pedro. Ese viaje lo hice en el 2019. Noruega es un país precioso con unos paisajes espectaculares. Yo llevo confinado en mi casa de la Solana del Sacristán cerca del Vacar más de un año. Mi esposa h yo solos aquí en medio de la sierra. Un abrazo

      Eliminar
  2. Interesante viaje por esa tierra tan distinta a la nuestra. Emociona el paisaje tan bello. Parece que nace en ese momento para nosotros. Me alegro, Fernando, de esa experiencia tan rica en sentimientos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Manolo. Noruega es un país que merece una visita

      Eliminar
  3. Nos hemos amordazado, confinado y vacunado nosotros mismos.
    Nos tragamos las mentiras de los mafiosos y se nos queda cara de bobos.
    Cuando venía de la pescadería hace unos minutos se me ha ocurrido este microcuento:
    Una persona va a sacar dinero al banco y se cruza con un señor que no lleva pandemio.
    Asustada, corre a su casa y pone la TV para ver si le dicen qué está pasando.

    Para, ni se sabe cuando, pienso salir de casa con dos cojones a dar un paseo.

    ¡Qué miedo me da el miedo!

    Así estamos de contentos, amigo Fernando.

    ResponderEliminar
  4. Nosotros visitamos los fiordos hace dos años, creo. En crucero. Doy fe de tus sensaciones tan placenteras; y tan complacidos quedamos todos los amigos que fuimos, que nos planteamos repetir, pero por tierra, como tú. Ya mismo estaremos todos vacunados y podremos retornar a nuestra vida normalizada. Mientras tanto, querido, haces bien en recluirte. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Espero que cuando lo hagas disfrutes como lo hice yo. Yo tuve un episodio muy fuerte de ciática y con corticoides mi hija me lo curó. No podía ni moverme, ni ducharme .. en fin era un saco de carne y huesos. Fue remedio de santo. Te deseo un pronto restablecimiento amigo Fili. Un abrazo tanto para ti como para Toñi

      Eliminar
  5. Me encanta la descripción del viaje Fernando, me ha dejado un gran deseo de volver a viajar, a volar.... Felicidades por el blog!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra que te haya gustado .Pronto tras las vacunas se podrá de nuevo viajar y volar. Un abrazo

      Eliminar
  6. Precioso,narrado...fotos!!🤔🙏 ,foto...😅😉👍😘😘, estamos mejorando la salud!! Eso hemos de enfocarnos,que nadie nos diga lo contrario...poquito a poco,mejorando!!🤫😉🙏😘😘

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Marisol, me alegra que te haya gustado.
      Te deseo una feliz Semana Santa plena de buenas fotos.

      Eliminar