lunes, 1 de junio de 2020

Romance a Córdoba

Desde la  sierra  hasta el  río,

preciosa alfombra dorada,

Córdoba  desprende  magia

romana, mora y cristiana.

Como una  mujer  hermosa

luce  muy bellas  alhajas;

la  primera  es la  mezquita,

diamante  de sus aljamas.

Como brillante  pulido 

fue el palacio de  Azahara;

a todo el orbe  llegó

el destello de  su fama.

El alcázar se  presenta

como dorada esmeralda,

en el río se  reflejan 

sus torres  bien cimentadas.

La  Calahorra, un topacio,

junto al puente  bien plantada.

Turquesa el Guadalquivir,

con sus  aguas  plateadas,

fluye,  sereno y tranquilo,

levantando  frescas  auras.

Viejos molinos  soportan

el ímpetu de  mis  riadas

y resisten fieramente

como la noria Albolafia.

En sus  sotos  se  cobija

una  variada  fauna;

monumento natural

que el mundo entero lo aclama.

El puente  romano surge,

de estas líquidas  entrañas,

como diadema y corona

que las  ciñe y las  ensalza.

La catedral , con su torre,

de Rafael coronada,

que el gran Hernán construyera

como una  nueva  giralda,

unidas  a las  iglesias 

que San Fernando   fundara,,

se dibujan en el cielo

como devotas  tiaras.

San Andrés  y San Lorenzo,

de magnífica  portada;

San Pedro y la  Magdalena,

famosas y renombradas;

la recia  Santa  Marina,

conocida  de  Aguas  Santas;

San  Nicolás  y Santiago, 

con otras  no enumeradas,

son los  corales  divinos

de mi Córdoba  la Llana.

El murmullo de  tus  fuentes,

los  oasis de  tus  plazas,

el Cristo de los  Faroles,

los  palacios  de  Viana,

del Carpio, de  Villalones

y también de  la  Fuensanta,

son otros  tantos  rubíes

que  tu hermosura  resaltan.

La Corredera un zafiro,

tallado en  forma  de  plaza,

pintada  de  color  rojo

en sus  pilares  y arcadas;

de sus  balcones se  cuelgan

gitanillas, albahacas,

geranios  y clavellinas

que  sus  olores  exhalan;

el aroma  es  penetrante

por toda  la  balaustrada

y se  expande  por el aire

de las  frescas  madrugadas.

En la  plazuela del  Potro

hay una  antigua  posada,

que,  del  hospital de enfrente,

está siempre  enamorada,

ya que  conserva  los  cuadros

que nuestro Julio pintara.

La  judería  es un barrio 

bordado de  filigrana,

estrechas  calles  floridas,

llenas  de  casitas  blancas,

Córdoba  entera  atesora

el embrujo que  cantaran,

Machado, Azorín y Lorca,

con sus  voces  afamadas.

Si todos  tus  monumentos

son joyas  que te engalanan,

más  preciosas  son aún,

las que  tus  hijos  encarnan:

Séneca, estoico  filósofo

de la época  romana;

Lucano, noble  poeta,

autor  de la  Farsalia;

famoso obispo  fue  Osio,

de la  religión cristiana;

Ibn Zaydun en poesía,

y la  princesa Wallada;

Abderramán , el califa

que  conquistó media  España;

Averroes y Maimónides,

en la  era  musulmana;

Góngora,  elevó a  la  cumbre

la poesía  castellana;

El Duque  de  Rivas, Ángel,

escribió con pluma  clara,

una   tragedia  romántica,

a la ópera  llevada;

Julio Romero  plasmó

a la  mujer  tan lozana,

con sus ojos  azabache,

que  te  enamora  y encanta.

Es  imposible  nombrar  

a una familia tan amplia

de filósofos  y médicos,

de sabios  de  talla  alta,

escultores y pintores,

orfebres de  oro y plata,

artistas y dramaturgos

que  a  la  gloria  te  levantan.

¡Si cordobés  yo no fuera,

quisiera  que  circulara

por la  sangre de mis venas,

el espíritu que  empapa,

de tus  guerreros el brazo,

de tus poetas el alma,

y el corazón de tus  mártires

en ardores  los  inflama!

¡Gran  honor  es  para mí

ser fruto de  tus entrañas!

Córdoba  17 de  junio de  1985

Revisado  octubre  2019 

Dedicado a  mi compadre  Rafael  Yáñez 















5 comentarios:

  1. Fernando, magnífica poesía de Córdoba, dónde resaltas el tesoro de sus innumerables valores materiales y el no menos valioso legado humano de las personas que lo han hecho posible. Queda claro la admiración y el cariño que sientas por ella. ¡Enhorabuena!

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  2. Muchas gracias José por tu comentario. Creo que me he quedado corto cantando la belleza monumental de Córdoba. Me alegra mucho que te haya gustado

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  3. Soberbio romance, descripción esplendida, una maravilla como lo es córdoba.

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  4. Córdoba se merece aún más que este romance. Amo a Córdoba. Si te ha gustado Lourdes me siento contento

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    1. Como te he propuesto con los casos de Priego de Córdoba y Lucena haz una serie de poemas a la ciudad

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