sábado, 27 de marzo de 2021

Vuelvo a ti Córdoba de mi ensueño




Vuelvo a ti, Córdoba de mi ensueño,

como alumno que  fui de  lo sagrado .

Te veo brillante  como un lucero;

tu belleza me deja  alucinado.


Miro al  Guadalquivir bajo tu puente;

cerca escuché sus risas  y su llanto.

Nostalgias  anidadas en mi mente,

entre inciensos y canto gregoriano.


¡Cuántas  veces  anduve  por tu villa,

rebosando de  amor  apasionado!

¡Poco a  poco el destino de  mi vida

me alejó sin quererlo de  tu lado!


¡Oh Córdoba, Córdoba  de mi  alma,

mi corazón por ti está sangrando!

¡Sé  que  no deseas que me  vaya,

sino que  alegre  duerma  entre tus  brazos!

El Vacar  25  de  enero de 2021

martes, 16 de marzo de 2021

Mi viaje a Noruega

   








  El avión despegó  con fuerza  de la  terminal 2  del aeropuerto Adolfo Suárez de  Madrid. Mi corazón estaba en un puño pues no me  gusta nada este medio de  transporte; unida  a este miedo, la  tensión se me  dispara y mi organismo siente un acentuado  malestar y desasosiego. Tras los primeros  minutos todo se  fue calmando y, poco a  poco, recobré el  dominio  de mi mente  y de mi cuerpo. El aparato volaba por encima de las  nubes y así continuó todo el  trayecto. Fue pues  un vuelo de ciegos sobre una  alfombra de  blancas  nubes de  ceniza  y algodón. Un feliz  y rápido  aterrizaje  dio término a  este  vuelo  de unas dos horas y media  de  duración. Me encontraba en el aeropuerto de  Oslo y estaba a punto de  comenzar realmente este  exótico  viaje por el país de los fiordos . Quiero expresar  brevemente  lo que  esta aventura ha  significado para mí.

    He  viajado en autobús bajo una  lluvia, persistente en ocasiones, atravesando verdes  valles, umbrosos  bosques y montañas  nevadas, cubiertas  siempre  de una  vaporosa bufanda  de   nubes. Hemos  discurrido junto a  ríos  caudalosos y lagos  de  transparentes aguas. Me  he maravillado contemplando alegres  cascadas que, mientras  cantaban, se  precipitaban,  jubilosas y alocadas, por las  laderas y acantilados de las  montañas hacia los  acuosos lechos  que  las  acogían.  He  cantado con los  demás  pasajeros mientras miraba las  gotas  de  lluvia  que  chisporroteaban  sobre  los  cristales, envolviendo al  vehículo en un acuoso  vapor  que emborronaba  todo el  horizonte. En alguna  ocasión he contado chistes junto con otros  viajeros  y  hemos  reído a carcajadas  con sana alegría  y calurosa  amistad. Estas  horas  de  autobús me han permitido observar  a mis  compañeros   cuyas  caras  expresaban  amistad, inteligencia  y asombro ante  la  sublime y espléndida  naturaleza  que nos  rodeaba  por doquier.  Me  he  maravillado especialmente, contemplando las lenguas  de  un glaciar que, desde  las  altas e  invisibles  cumbres,  se  asomaban para  saludarme  con sus  turquesas  lágrimas heladas. He  disfrutado, como si tuviese  pocos  años, mientras  las nieve  caía  sobre  mi rostro dándome  la  bienvenida  y besando mi piel con su gélido toque. Ha  sido  fantástico cruzar en barco varios  fiordos de ensueño y sentir  el aire  que, alocado,  me  envolvía  con frío pero ardiente  frenesí. Imposible  expresar  con palabras  la emoción de  observar  las  laderas de las  montañas que  rodean  los  fiordos  cubiertas de  cascadas  que, como lágrimas  del cielo o como corbatas de  plata, adornan  tan espectacular  escenario. Tras  una  jornada recibiendo  emociones por  tan sorprendentes  paisajes ha sido un placer tomar una  ducha  caliente en el  hotel, rememorando las  sensaciones   vividas  ese  día.

    Paseando  por las  diversas  ciudades que hemos  visitado, me  han gustado tanto  sus  monumentos y   su especial  arquitectura, como  sus  floridos  parques y jardines con preciosos lagos, donde  los  niños  reían y  jugaban  mientras las  gaviotas  volaban y los  cisnes  nadaban junto a la  orilla. Ante  tanta  belleza he recordado a mis seres  queridos con entrañable  cariño y les  he  comprado algún recuerdo que  acompañe  nuestros  besos  y abrazos  en el próximo retorno.

    Me  he  sentido como si de nuevo viviese una  segunda  juventud, viajando  junto a la  persona  amada  y poder  así enamorarme de nuevo de  ella  más  allá de los  setenta. Por  momentos  he  olvidado  mis males y enfermedades, ganándome y superándome  a mí mismo en un desafío personal. He  impulsado de  nuevo en mi  vida la alegría y la  esperanza.

    Éste  ha  sido mi viaje . Ésta  ha sido mi experiencia. Esto ha  sido vivir. Puedo  concluir  con estos  versos

Si del  mundo me  diesen todo el oro

y no poder  por ello ya  moverme,

diría que prefiero este  tesoro,

de admirar Naturaleza  y sorprenderme

con glaciares y cascadas, que  yo adoro,

con la  lluvia, el granizo  y la  nieve.


Escrito en autobús  camino de  Oslo 3 de  junio de 2019

sábado, 6 de marzo de 2021

Cerré yo sus ojos

Cerré yo sus ojos,

que aún tenía  abiertos,

 y tapé su cara

con un blanco velo.

Aquel seis de marzo,

    ¡qué bien lo recuerdo,

mi padre  marchó 

volando hacia el cielo!


Un médico vino,

para dar por hecho,

que mi padre estaba 

para siempre  muerto.

¡Qué pena  tan grande,

qué dolor tan fiero,

se clavó en mi alma

cual vivo avispero!


Mi padre yacía  

tan frío y tan yerto

que me parecía

un bloque de hielo.

Escaras  tenía

por todo su cuerpo.

¡Qué dolores  tuvo

estando  despierto!


En el tanatorio 

estuvo primero,

allí lo velamos

amigos y deudos.

Quizás  le rezaron

con gran desconsuelo

cuando contemplaron

sus pálidos  restos.


Luego a  La  Victoria

llevamos el féretro

y tras de la misa

pasó al cementerio;

allí lo metimos 

en un nicho  nuevo

y en la  oscura  lápida

escribí unos  versos

con amor  filial

hacia un padre bueno.


Mis  hijos  le dieron 

su mayor  contento;

fueron sus tres nietos

su mejor  consuelo.

Francisco Fernando

su nieto primero;

con él disfrutó

primicias de  abuelo;

luego vino Antonio,

lucero del cielo;

a voces  le  daba

sus tiernos  requiebros.

Cuando vino Inma

estaba ya enfermo;

su pequeña albóndiga

de miel y romero.


Una  vez  cerrado, 

aquel  frío hueco,

con él conversé,

con hondo respeto

y  mucho dolor

dentro de mi pecho.

¡Adiós, padre mío,

le dije  sincero,

que  en la  gloria  estés

con júbilo pleno!.


Han pasado años,

¡como corre el tiempo!

Pero desde entonces, 

yo bien lo prometo,

cuando estoy muy triste

y con pena  dentro,

cuando cae la nieve

del helado invierno,

cuando sólo oigo

gemidos del viento,

de mi amado padre 

su muerte  recuerdo

y elevo plegarias

por él hasta el cielo,

¡Que  Dios  te bendiga

con el  gozo eterno;

te lo mereciste

yo doy fe de ello!


El Vacar 6 de marzo de 2021


jueves, 4 de marzo de 2021

Amas al mar y el mar está en tus ojos


          ¡Amas  el mar y el mar  está en tus ojos!

       ¡Amas al sol  y él  luce en tus cabellos con los dorados reflejos  de la  tarde!

       ¡El mar y el sol caminan con tu  cuerpo cuando paseas airosa  por la  calle!

       ¡Amas  la tierra y tus  senos  son montañas, rodeadas de  navas  y de  valles!

       ¡Amas  el campo y los  verdes  trigales; tu vientre  es un trigal donde   tres  espigas  hermosas  se han  formado que en garbo y en belleza son rivales! 

        ¡Amas  la  brisa  y tu aliento es el  céfiro  que  trae  aromas de  flores  muy suaves!

        ¡Los pájaros, las nubes, el cielo, las  estrellas y los  profundos  abismos  siderales, se  quedan conmovidos  cuando los  miras  con tus  ojos  inefables!

        ¡Eres el mar  que  fluye por tus ojos!

        ¡Eres  el sol que  evapora  mis pesares!

            ¡Amada mía te amo  como a nadie!

        ¡Te necesito, me  asfixio  sin tu aire!

        ¡Toma  mis manos y llévame en las  tuyas, ligero sin velamen, como llevabas el  ramo de flores  en la  iglesia tan dulce  y elegante!

          ¡Oh te  quiero con mi cuerpo, con mi alma y con mi sangre!

        ¡Partamos  juntos por el mar  proceloso de la  vida en el bajel de  tus  senos  y tu  talle!

        ¡Esperemos unidos  la  venida  del postrer  viajero de la  tarde, fundidas  nuestras almas  con el amor, que olvida, que perdona y que  cura las  oscuras  heridas  más  sangrantes!

        ¡Te  quiero  compañera, amada  esposa y buena  madre!

                    Córdoba 14 de  febrero de 2020