Las rojizas amapolas
son las reinas de los campos;
se enamoran de los trigos
que las besan con sus tallos;
amarillos por la envidia,
los delgados jaramagos,
se codean sin amor
con los espinosos cardos.
Las bonitas margaritas,
con sus pétalos tan blancos,
visten con capa nupcial
los regajos y los prados.
A mi amada le daré
de amapolas un gran ramo,
con violetas, azucenas
y blancas varas de nardo.
Las amapolas son sangre
de mi corazón humano,
que te ama, que te quiere...
sin exigir nada a cambio.
Y sus pétalos sangrientos,
por el amor transformados,
te acarician y te besan
como si fueran mis manos
El Vacar 27 de mayo de 2020
Precioso, encantador, primavera y amor
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado Lourdes.
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