Sobre el valle verde gime el viento
con fuertes alaridos de agonía.
Me entristece escuchar este lamento
que rompe de mi alma la armonía.
Los árboles, sus ramas las agitan,
y lloran con tristeza su amargura.
Los pájaros sus trinos abandonan
y se esconden de prisa en la espesura.
El sol, astro fulgente y luminoso,
con su áurea capa de energía,
cubre el verde ramaje tembloroso
de una fina y dorada celosía.
Cesa el viento de pronto su gemido,
entonando una dulce melodía.
¡Qué emoción tan profunda yo he sentido
al mirar como el día fenecía!
¡Una tarde de fuego arrebolada,
sobre un cielo azul algo nuboso!
¡Mi alma está serena y relajada!
¡Qué momento del día tan precioso!
El Vacar 21 de marzo de 2021