jueves, 13 de marzo de 2025
Dedicado a la mujer
jueves, 6 de febrero de 2025
El día que nace
El día que nace
lunes, 8 de julio de 2024
Soy un ser errante
Soy un ser errante en el universo infinito, como los cometas que con sus largas y heladas colas corren por el firmamento y juegan al escondite entre las estrellas y planetas. Sí, lo tengo grabado en mi mente y en mi corazón. Ando ambulante entre campos de encinas y riadas de jaras y lentiscos. escucho la música del viento y el trino de los pájaros. Cuando el sol muere por el encendido horizonte me detengo en mi deambular y admiro la indescriptible belleza de la bóveda celeste vestida de riguroso luto.
Me encanta la noche con su polisón de estrellas que brillan y palidecen sobre el oscuro manto que las envuelve y alberga. quisiera cogerlas, acariciarlas, atraerlas con sentidos versos de Machado, de Bécquer, de Juan Ramón de Neruda... pero ellas lejanas, inquietas, impredecibles como los sueños y juguetonas como los niños, no escuchan mi voz. Se ríen con su blanca palidez y me guiñan con sus ojos de limpia y vaporosa plata. Tal vez, si fuera un mago, un druida o hechicero las encantaría con mi varita de fresno y formaría con ellas un precioso y divertido carrusel, hasta que la aurora con sus rosados dedos las abrigase con su azulada capa en su cálido seno.
Sí, soy un ser errante en el camino del universo.
El Vacar 23 de junio de 2024
martes, 18 de junio de 2024
Un día veraniego como tantos
El sol calienta la tierra con sus dorados fulgores. Yo escucho música sentado bajo las frondosas ramas de un verde cedro. Los mirlos y las urracas rondan el cercano peral buscando el momento propicio para picotear las peras y salir volando ante el más mínimo movimiento. La música instrumental que flota en el ambiente, y que yo escucho para despertar mi inspiración mientras escribo, no les espanta, al contrario parece atraerles pues acompaña su delicioso banquete. Los gorriones juegan sobre el suelo y los petirrojos se esconden en el erguido ciprés y en las las tupidas madreselvas; las tórtolas arrullan sobre las ramas de los altos pinos y las recias encinas.
Todo es serena tranquilidad, No existe nada sobre la tierra que yo ambicione poseer. Tampoco conozco a nadie a quien quisiera envidiar. Mi vida y mi existencia me parecen un sueño que he vivido casi sin darme cuenta . Todos los sueños pueden ser realidad si el sueño no se acaba. Pero, ¿ acaso la realidad no es un sueño?. ¿No será la muerte también un sueño?¿ La muerte es tan real como la vida que he vivido y que pienso que es un sueño? Con estos intrincados pensamientos arrojo mi pasado, mi soledad, mis penas y pesares al abismo del olvido y dejo que mi mente y mi espíritu floten sobre los esbeltos cedros, sobre los altos pinos y las fuertes encinas al compás de la música que embriaga mis oídos. Arropado por tan deleitoso sonido vuelo sobre la incierta realidad de mi presente. Asciendo, subo hacia el cielo azul en alas musicales. Los acordes que percibo son como las olas de un plácido mar que acunan y balancean el barco de mi cuerpo y de mi espíritu. Las ramas de los árboles danzan al son de la orquesta movidas por un ligero viento del oeste. ¡Qué dulce calma y qué íntimo gozo no comprado! No tengo palabras para expresar lo que siente este achacoso viejo que, en ocasiones, se siente poeta.
El Vacar 18 de junio de 2024
viernes, 7 de junio de 2024
Cuando me haya ido
Cuando yo me haya ido,
cuando de mí no quede nada
sino una encina sobre mis huesos
deshechos en la tierra.
Cuando éstos se hayan vuelto alimento
de las raíces de los árboles.
Cuando el aliento de los besos que nos dimos,
los haya barrido el viento del olvido.
Cuando nuestros nombres sean como un eco perdido
en el recuerdo insondable de la historia...
Yo me acordaré de ti como una rosa blanca
en el rojo atardecer de mi existencia;
tú seguirás viviendo en los níveos pétalos de la rosa...
Yo lo haré en las ramas y hojas de los árboles.
Nuestro amor seguirá en brazos del viento
y en el suave murmullo de la brisa,
que acariciará tus delicados pétalos y mi frondoso follaje.
domingo, 7 de enero de 2024
Han llegado ya los Reyes
Han llegado ya los Reyes
montados en sus camellos,
repartiendo los regalos
por el país todo entero.
Yo no deseo presentes
que se compren con dinero.
Quiero salud, quiero fuerza
para estar siempre dispuesto
a compartir con la gente
lo que en mi casa poseo.
Quiero un corazón muy grande
para meter allí dentro
a mi familia y amigos,
a los migrantes sin techo,
y a los negros y gitanos
pues todos tienen derecho
a vivir como personas
en este mundo tan bello.
Quiero pedir a los Reyes
lo que veo allá en el cielo,
un manto azul que cobija
a quien vive sobre el suelo,
sea rico o sea pobre
tenga o no tenga dinero.
Unas estrellas que brillan
para alumbrar el sendero
de los que andan perdidos
y su vida es un desierto,
sin amor y sin trabajo,
sin familia y sin sustento.
Quiero pedir a los Reyes
la ilusión de los pequeños,
su inocencia y sus risas,
la alegría de sus juegos.
su ternura y candidez,
su cariño y sus besos.
Córdoba 6 de enero, día de Reyes