miércoles, 14 de abril de 2021

Huele a primavera






     La  savia corre por las  venas de los  árboles, por las plantas, por las  flores como impetuoso río. Toda la  hermosura de parques, vergeles, jardines, huertos, pensiles, bosques y sabanas se posa  como una delicada mariposa  sobre las  soleadas  laderas de la sierra, sobre las luminosas  navas que apacientan a  cientos  de  blancas ovejas y tiernos corderos.
    Su aroma  se alza  como un tenue humo azul que perfuma  mis   sienes y suena como dulce flauta en mis  oídos.
    Todas las  flores me  miran con su  rostro de  pétalos de  sedoso  nácar, en este  jardín silvestre de la  tarde que  desprende  efluvios  de  cuaresmal lavanda.
    El aire  tiembla  mientras el ocaso cubre con su manto arrebolado el lejano horizonte de levante. Todo es  armonía  y belleza. Sobre el prado comienzan a  palpitar gozosas las  estrellas,
    ¿No escucháis la cautivadora  música de la sonora  penumbra de las hojas que el viento toca con su infantil sonrisa? 
   ¿Acaso no percibís el rumor del agua que me llama con su líquida y fresca  voz en este  crepúsculo  dorado y melancólico?
    Caminaré  hacia el río, hacia  las  limpias  cascadas de  agua pura, para  regar el jardín de mi espíritu, el huerto de mi alma que quiere  florecer en esta  hora  vespertina   en que la  luz  del  día cierra sus  párpados, para que la pálida luna derrame  su magia  plateada y su aroma de embrujo embriagador, en este místico y  cautivador anochecer  primaveral.
    ¡Sí, huele  a  primavera!
    El Vacar  10 de marzo de  2021